Bajar la calefacción o conducir a menos velocidad: la receta de Ribera para abaratar el recibo de la luz
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado este lunes que el Gobierno trabaja en un plan de ahorro y eficiencia energética en el ámbito de la Administración General del Estado (AGE), así como en una serie de «recomendaciones» a la ciudadanía, incluyendo a las empresas, para reducir el consumo de energía y las importaciones de combustibles fósiles.
«Estamos trabajando en términos de recomendaciones para que los ciudadanos puedan contribuir a reducir el consumo, no estamos trabajando en legislación dura», ha señalado Ribera. La vicepresidenta, que ha insistido en que no se quiere hacer de esto una «carga» que no pueda gestionar la ciudadanía, ha subrayado que en algunos Estados miembros de la UE se están asociando las recomendaciones para reducir el consumo energético a un modo de ayudar a Ucrania.
Para Ribera, reducir el consumo es «fundamental» y en ello coinciden todos los analistas. «Tenemos que ver el modo en que hacemos un ahorro inteligente y vamos a empezar por la AGE. Pero hay algunas recomendaciones básicas que son muy importantes», ha afirmado la vicepresidenta tercera, que ha citado entre ellas el fomento del transporte público frente al vehículo privado, el teletrabajo, la regulación del termostato, coche compartido si no se puede usar transporte público o racionalizar horarios de oficina para apagar antes la calefacción en invierno.
«Son algunas de las cosas que ya están encima de la mesa y pensemos que ya lo hicimos en el pasado. En otro momento de tensión, no hace tantos años, se planteó incluso la reducción de la velocidad (en las carreteras), que es una de las recomendaciones que introduce de nuevo la Agencia Internacional de la Energía en sus propuestas, o pensemos que en la década de los 70 en muchos países europeos se impulsaron a gran escala medidas muchas más amplias de reducción del uso del vehículo privado», ha señalado.
Ribera ha indicado que regulando el termostato, reduciendo la temperatura en invierno o incrementándola en verano, se puede conseguir un ahorro energético de entre el 20% y el 25%. «Tenemos que trabajar dando ejemplo, buscando en primer lugar el compromiso de la Administración Pública, pero también pensando en la máxima de que nuestra aportación como ciudadanos permitirá a España reducir su necesidad de importación de combustibles fósiles, aligerando la presión internacional de proveedores y sobre el resto de Estados que tienen más dificultades de aprovisionamiento», ha explicado.
Posibilidad de suministrar a otros países
Precisamente, sobre la posibilidad de que prohibir el suministro en Europa de gas y petróleo ruso requiera que España ayude a otros países a aprovisionarse, la vicepresidenta no ha descartado que esto llegue a suceder, pues si se diera una «tensión» en el suministro, el compromiso de los países europeos es ayudarse mutuamente, algo en lo que ya está trabajando la Comisión Europea.
«Nuestra capacidad de almacenamiento y llegada de gas natural licuado nos permite poder ser hasta cierto punto una garantía adicional para otros Estados miembros y en eso está trabajando la Comisión con los gobiernos, pero también con los distintos operadores y las empresas, para encajar todas las piezas y trabajar con la máxima seguridad de cara al próximo invierno», ha precisado.
Preguntada por cuándo se aprobará en el Consejo de Ministros el tope al precio del gas en el mercado ibérico, Ribera no ha descartado que pueda hacerse mañana mismo, aunque aún quedan algunas cuestiones por resolver. «Si llegamos a tiempo para mañana, pues mañana, y si no, tan pronto como tengamos todos los aspectos técnicos», ha apuntado Ribera, que ha destacado que España ha estado trabajando todo el fin de semana en esto con sus colegas de Portugal y con la Comisión Europea.
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