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Aviso urgente de la OCU: debes saber esto sobre las sandías de los supermercados

OCU y sandía
Varias rodajas de sandía.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La sandía no sólo es hidratante y refrescante, sino que también ofrece numerosos beneficios para la salud. Con un alto contenido en vitaminas A y C, potasio, magnesio, licopeno y betacaroteno, la sandía proporciona valiosos nutrientes que se intensifican a medida que madura. Esta fruta es excelente para la salud cadiovascular gracias a la citrulina, que se convierte en arginina y mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos y la circulación. Además, es baja en calorías y grasa, lo que la convierte en una opción ideal para controlar el peso corporal, mientras que los betacarotenos y la vitamina C cuidan la salud ocular y previenen enfermedades relacionadas con la edad.

Esta fruta también ayuda a reducir la inflamación gracias a sus propiedades antioxidantes, lo que puede disminuir el riesgo de enfermedades como la artritis. La vitamina B6 y el magnesio presentes en la sandía contribuyen a mantener los niveles de energía, y el licopeno tiene propiedades anticancerígenas, especialmente en la reducción del riesgo de cáncer de próstata. Por último, la citrulina en la sandía también ayuda a reducir la acumulación de grasa corporal, bloqueando la producción excesiva de tejido graso y ayudando a mantener un peso saludable.

La OCU alerta sobre estas sandías

La sandía, junto con el melón, es una de las frutas más emblemáticas del verano, siendo un tentempié fresco y dulce que se disfruta en cualquier momento del día. Según la OCU, cada español consume en promedio unos ocho kilos de sandía al año, concentrando esta ingesta principalmente en los meses estivales. En el mercado, se pueden encontrar diversas variedades de sandía, que se diferencian principalmente en su aspecto y características.

Las sandías negras, de tono verde oscuro y con abundantes pepitas duras, pueden tener pulpa rosada o roja, con niveles de dulzura variados. Por otro lado, las sandías rayadas, conocidas como «sin pepitas», son el resultado de cruzar diferentes variedades, teniendo semillas menos abundantes y de tamaño pequeño. Además, en los últimos años han aparecido sandías con pulpa amarilla, denominadas «sandías-melón», que presentan características similares a las tradicionales pero algo más pequeñas.

La sandía ofrece numerosos beneficios para la salud. Con un alto contenido de agua, cercano al 92%, es ideal para mantenerse hidratado durante los días de calor y presenta un bajo contenido calórico, alrededor de 20 kilocalorías por 100 gramos. Asimismo, su bajo contenido en azúcar, apenas un 5%, la convierte en una alternativa saludable a los postres azucarados. La sandía también es rica en minerales como el potasio y vitaminas C y A.

En cuanto a su conservación, cada vez es más común encontrar sandías cortadas en los supermercados. Este enfoque responde a la necesidad de facilitar el consumo sin desperdiciar alimentos. Sin embargo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) advierte que las sandías cortadas tienen una vida útil inferior. Si se mantienen a temperatura ambiente, sólo pueden permanecer hasta tres horas sin riesgo significativo para la salud, siempre que la temperatura no supere los 25 grados, el lugar esté ventilado y protegido de la luz solar.

La exposición de la fruta cortada al aire y a posibles contaminantes aumenta el riesgo de crecimiento de microorganismos patógenos, como la salmonella, especialmente si no se maneja adecuadamente. Por lo tanto, es fundamental seguir buenas prácticas de higiene y conservación para disfrutar de los beneficios de la sandía de manera segura.

Consejos

La refrigeración es crucial para prevenir el crecimiento de microorganismos en frutas cortadas, como la sandía. Sin embargo, no todos los supermercados cumplen rigurosamente con estas normas, lo que puede poner en riesgo la salud de los consumidores. Las frutas que no se mantienen refrigeradas o que se exponen a temperaturas elevadas durante periodos prolongados pueden desarrollar bacterias peligrosas. Por ello, es vital que tanto comercios como consumidores sean conscientes de la importancia de un almacenamiento correcto.

El consumo de frutas cortadas que se venden en los supermercados es cada vez más común, pero conlleva ciertos riesgos. Estudios de la AESAN y alertas de la OCU destacan la necesidad de seguir estrictas recomendaciones de conservación. Manteniendo las frutas en las condiciones adecuadas y siguiendo las prácticas recomendadas, se puede disfrutar de estos productos de manera segura, asegurando que su frescura y valor nutritivo se preserven.

¿Cómo elegir la mejor?

Para elegir una buena sandía, es fundamental comprarla en temporada, de mayo a principios de septiembre, y preferir el producto nacional por su calidad y sostenibilidad. Al seleccionar una sandía, la OCU recomienda elegir aquellas con la corteza firme y dura, sin zonas blandas ni defectos visibles. La presencia de una zona de color más claro en la corteza indica maduración adecuada. El pedúnculo debe estar fresco, no seco. Un truco adicional es golpear la sandía suavemente con los nudillos: un sonido hueco sugiere que está jugosa y dulce. Siguiendo estos consejos, se asegura una sandía de buena calidad y con un sabor delicioso.

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