la reforma laboral obliga a hacer fijos a los temporales

Aumenta el ‘maquillaje’ de Díaz: 800.000 nuevos fijos discontinuos desde abril no contarán como parados

Fijos discontinuos
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo.
Carlos Ribagorda

Aumenta el maquillaje de los datos del paro del Gobierno, como ha insistido este lunes la oposición tras conocerse las cifras de desempleo de junio. Desde abril, cuando finalizó la moratoria de tres meses para que las empresas obligatoriamente tuvieran que hacer fijos discontinuos a los temporales, casi 800.000 personas han firmado este tipo de contrato, que significa que en los periodos que no están trabajando cuentan como ocupados en las estadísticas oficiales. Son casi 800.000 personas que cuando termine su contrato, no serán parados durante el tiempo que no trabajan, como ocurría antes de la contra reforma laboral de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

Según los datos del SEPE, sólo en junio se han firmado 292.679 contratos fijos discontinuos, de un total de 783.595 contratos indefinidos sellados. Sumados a los 503.000 firmados en abril y junio, casi 800.000 trabajadores quedarán en el limbo de las estadísticas, fuera de las cifras de parados. En concreto, ingresarán a las listas de los llamados Denos, demandantes de empleo no ocupados, que no cuentan como desempleados.

Este es el argumento que utilizan desde la oposición para hablar de «realidad maquillada» de las cifras del paro. Así lo ha señalado este lunes la portavoz del PP, Cuca Gamarra. La vicepresidenta de Trabajo ha respondido «que le pregunten a quién ha conseguido un contrato indefinido». En esa misma línea se ha mostrado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que ha calificado las críticas del PP de «patéticas y tristes».

Al margen de la batalla política, los expertos coinciden en que la obligatoriedad de hacer un contrato fijo discontinuo a los temporales supone a efectos estadísticos un simple cambio de nombre. Se va a trabajar el mismo tiempo que antes -tendrá más cobertura-, pero la realidad es que cuando no trabajen no contarán como parados. Eso impide una comparación homogénea con años anteriores e infla los efectos en la temporalidad de la reforma laboral.

Porque los datos de junio ya muestran la desaceleración en la creación de empleo. Los expertos advierten de que tras el verano vendrá un frenazo económico por la inflación, que limitará el consumo interno y el PIB. La CEOE ha advertido de esa desaceleración y pide «prudencia», mientras ATA alerta del frenazo en el crecimiento de los autónomos.

Más síntomas

Hay más síntomas de los efectos de la reforma laboral en las cifras de junio. Como ha publicado en este diario el experto Diego Barceló, «la realidad para el trabajador ha cambiado poco». «En junio de 2021, los contratados de forma temporal firmaban, de media, 1,35 contratos cada uno; ahora firman 1,34. Al mismo tiempo, los contratados de forma indefinida, hace un año firmaban 1,02 contratos cada uno y ahora firman 1,05», señala Barceló.

También destaca que la firma de contratos de jornada completa fue en junio un 54% del total, cayendo por tercer mes consecutivo. El enfriamiento del empleo es claro, y cuando llegue la casi recesión tras el verano habrá miles de empleados fijos discontinuos fuera de las listas de parados.

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