La Audiencia de Madrid rebaja en 8 millones la indemnización del Banco Santander a Andrea Orcel

La Audiencia Provincial de Madrid ha estimado parcialmente el recurso del Banco Santander contra la sentencia por la indemnización a Andrea Orcel y rebaja en 8 millones la cuantía de la misma, que queda en 43,42 millones (que serán bastantes menos si se actualiza la parte variable). Esta rebaja corresponde a los «daños morales y reputacionales», estimados inicialmente en 10 millones.

El tribunal considera que efectivamente Orcel tiene derecho a una indemnización por los daños de este tipo derivados de la marcha atrás del Santander en su fichaje como consejero delegado en 2018. No obstante, cuestiona la cuantificación en 10 millones que hizo el juzgado de primera instancia. «En realidad, es una explicación puramente subjetiva y aleatoria que no consideramos suficiente para fundamentar un importe tan elevado, y menos teniendo en cuenta las cuantiosas compensaciones económicas que va a recibir como consecuencia de la resolución injustificada del precontrato», estima la sentencia.

«En función de lo expuesto, consideramos más proporcionado fijar la indemnización en la cantidad de 2.000.000 euros. Para ello tenemos en cuenta que, fuera del perjuicio presumible, no se ha evidenciado algo más tangible que permita apreciar una gravedad especial en la situación personal o profesional del Sr. Orcel (noticias en medios de comunicación con críticas hacia él o cuestionando su capacidad, tratamientos psicológicos, alteraciones graves de su vida familiar). En esa cuantificación también tenemos en cuenta que la situación de paro se extendió durante un periodo relativamente largo de tiempo, aunque tuvo cierta compensación mientras recibió las retribuciones diferidas de UBS».

La Audiencia ratifica el resto de las cantidades impuestas al Santander en primera instancia: 17 millones en concepto de bonus de incorporación, 18,62 millones por la asunción de los objetivos a largo plazo generados en UBS que el Santander se comprometió a asumir -que es la parte que va a variar- y 5,8 millones por dos anualidades de indemnización por la ruptura del contrato. Sumados a los 2 millones en que quedan ahora los daños reputacionales, resulta el citado total de 43,42 millones.

Esos 18,62 millones se deben pagar en acciones y estaban condicionados al cumplimiento de una serie de objetivos del banco (que no se han cumplido en su totalidad por la pandemia) y a la cotización en Bolsa, que se encuentra muy por debajo de los niveles de 2018, cuando se pactó esta retribución. El banco calcula que la cantidad actualizada estará entre 4 y 5 millones.

Sí reduce la cuantía de los intereses que debe abonar la entidad, que deben aplicarse sólo sobre los 17 millones del bonus y no sobre el resto de cantidades, ya que eso es lo que pidió Orcel en su demanda.

No obstante, es de esperar que ambas partes recurran también esta sentencia ante el Supremo: el Santander para conseguir la anulación de la sentencia inicial (o al menos una mayor rebaja en el importe de la indemnización); y Orcel para obtener el importe solicitado en su demanda, 77 millones.

El Santander ya ha abonado 41,6 millones de la indemnización total. La disputa entre el banquero, actualmente consejero delegado de Unicredit, y Banco Santander comenzó en verano de 2019, cuando el italiano demandó al banco por dar marcha atrás a comienzos de ese año en su contratación, cuando el fichaje le había hecho abandonar su puesto de alta dirección en UBS. Orcel acusaba a la entidad de incumplir un contrato que ésta, sin embargo, no reconocía al estar condicionado a varios requisitos que, posteriormente, no se cumplieron; además, aseguraba que el italiano grabó sin consentimiento conversaciones privadas.

En diciembre de 2021, el juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid estimó la demanda y condenó a Banco Santander a pagarle 68 millones de euros al entender que el banco frustró «de forma unilateral» el nombramiento, a pesar de que existía un contrato «válido y perfecto».

Un mes después, el juez rebajó la indemnización que Banco Santander debía pagar a Orcel de esos 68 a 51,4 millones de euros, al reducir la asunción de incentivos a largo plazo o buy out de 35 a 18,6, pagaderos en acciones, ya que ya había cobrado una parte y, además, había un impacto fiscal. Ahora, se reduce de nuevo a 43,42 con esta rebaja de los daños morales.