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Los ajustes contables de Santander y BBVA dan un bocado histórico al patrimonio neto de los dos bancos

BBVA pierde más de 5.000 millones de euros de patrimonio neto tras poner al día sus expectativas de negocio en Estados Unidos. Por su parte, Santander reduce especialmente el tamaño de su división británica. y también castiga a su patrimonio con caídas de dos dígitos.

Los ajustes contables de Santander y BBVA dan un bocado histórico al patrimonio neto de los dos bancos
Carlos Torres, presidente de BBVA

Preparándose para una hecatombe, en plena economía de guerra y provisionando ante la gran oleada de morosidad que se avecina, los dos grandes bancos españoles han comunicado esta semana sendos ajustes contables de grandes dimensiones con la intención de ajustar las valoraciones de sus activos a lo que será el negocio bancario en el futuro.

Banco Santander anunció el miércoles más de 10.000 millones de euros de ajustes en las valoraciones de los fondos de comercio de sus filiales en Reino Unido, Estados Unidos y Polonia. Por su parte, BBVA también anunció en el primer trimestre un ajuste contable de 2.000 millones en su filial de Estados Unidos que le ha llevado a tener pérdidas contables en el semestre.

La valoración de los fondos de comercio, que es una estimación del valor inmaterial que tiene una filial, fluctúa trimestre a trimestre en base a cómo vaya funcionando el negocio ordinario de dicha filial, tal y como aclaró este jueves el responsable financiero de BBVA, Jaime Sáenz de Tejada. Al rebajar el valor de sus fondos de comercio (en el caso de Santander UK, quedándose en una décima parte del valor que se estimó en el momento de su compra) los bancos están reconociendo también menores ingresos futuros en esas filiales ante un negocio que será menor de lo que se estimó cuando se realizó la compra del activo.

«Estas operaciones contables han pegado un bocado histórico al patrimonio neto tanto de Santander como de BBVA, lo cual a buen seguro no gustará a sus accionistas», asegura a este periódico una fuente financiera. En efecto, los números hablan por sí solos: Banco Santander ha perdido en un año 18.126 millones de euros de su patrimonio neto, al pasar de 110.000 millones a menos de 92.000, lo que supone un 16% menos solo en 12 meses.

En BBVA, con un patrimonio neto de la mitad que Santander, el recorte ha sido del 9,4%, pasando en un año de 54.690 millones de euros a 49.555, unos 5.000 millones menos también en el periodo de un año.

«Con menos patrimonio neto, se busca hacer más pequeño el balance para que cuando haya deterioros contables tengan menos impacto»

Según Javier Santacruz, economista y especialista en banca, reducir el patrimonio neto «significa hacer más pequeño el balance para que una vez que vengan los grandes deterioros contables (morosidad, provisiones…) tengan menos impacto. Se trata de una operación contable pura y dura, además de fiscal, porque no olvidemos que al imputar deterioro en las filiales eso genera bases negativas que podrán compensar el año que viene». Por eso, con esta operación, que supone a los dos bancos ‘ponerse colorados’ reconociendo que sus activos están sobrevalorados, tanto Santander como BBVA podrán reducir su carga impositiva en próximos ejercicios.

«La banca española siempre han mantenido inflados el valor de los activos, pero ahora mismo nadie está dispuesto a pagar más del 30% o el 40% a lo sumo de lo que estaba valorado en balance» estas filiales. Por ello la operación de ajuste contable, que ha sido muy mal recibida por los inversores con dos jornadas bursátiles de desplomes tanto de Santander como de BBVA, tiene como objetivo preparar mejor a las entidades para la oleada de morosidad que vendrá en los próximos trimestres.

Compras de Botín… y de FG

Se da además la circunstancia de que las filiales cuya pérdida de valor se ha reconocido fueron compradas en la década de los 2000 por los dos expresidentes de Santander y de BBVA.

En noviembre de 2004, Emilio Botín cerraba la compra de Abbey en Inglaterra por 12.000 millones de euros. Con dos rebajas de valoración consecutivas de 1.500 y 6.000 millones, el banco de Ana Botín estima ahora un valor de la filial que nada tiene que ver con lo que pagó el anterior presidente. Entre medias, el negocio bancario ha perdido mucha rentabilidad, ha ocurrido el Brexit, y ahora la pandemia y la valoración de Santander UK difícilmente llega al 20% de lo que se pagó en su momento por él.

En el caso de BBVA, la situación es similar ya que de nuevo fue el anterior presidente, Francisco González, quien compró Compass (negocio en Florida) en 2007 por 7.000 millones de euros. FG dijo entonces que con esta compra «BBVA pasaba de la Champions a la NBA de la banca». Sin embargo, la situación ahora ya indica otro escenario y la filial norteamericana, aunque seguirá siendo estratégica para el banco azul, difícilmente volverá a valer lo que se pagó en su momento por ella.

Parecido a la burbuja del ladrillo

Es, en cierto modo, una situación similar a la que vivió el sector bancario tras la burbuja del ladrillo. Las entidades tenían en sus balances multitud de inmuebles que les habían sido adjudicados con una valoración de burbuja. Cuando el mercado cayó y el precio de la vivienda de hundió, los bancos tuvieron que reconocer que sus activos valían mucho menos de lo que tenían anotado en sus libros. Este desajuste produjo quiebras y fue el principal responsable de la caída de entidades como Bankia, la CAM o Catalunya Caixa, que necesitaron ser rescatadas cuando aceptaron finalmente actualizar a precios de mercado los valores de los inmuebles que tenían en sus libros.

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