Economía

Las aerolíneas empiezan a subir el precio de los billetes para el verano por el alza del combustible

aerolíneas billetes combustible
Pasajeros en una terminal aeroportuaria.

El director general de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA)Willie Walsh, adelantó este lunes que la subida de los precios de los combustibles encarecerá los billetes y, según ha podido saber OKDIARIO, algunas aerolíneas ya han empezado a aplicar tales incrementos por el recargo del combustible -la denominada tasa YQ- o están a punto de hacerlo, coincidiendo con la época crucial para las reservas de las vacaciones veraniegas. Compañías como Cathay Pacific, Turkish Airlines, ITA Airways, Air Europa, Aegean Airlines, Iberojet y Japan Airways han introducido esta medida ya a finales de marzo o la incorporarán en abril.

La más tardía de este grupo será Turkish Airlines, que implementará la subida que afectará a las emisiones de billetes a partir del 11 de abril, tanto en clase turista como en business -con 4 euros y 10 euros de subida, respectivamente- en los vuelos entre España y Turquía. En el caso de ITA Airways, aplicará a sus clientes un incremento de 10 euros en los viajes de ida y vuelta entre Italia y otros países y de 5 euros en los de ida.

IAG declinó dar detalles a este medio sobre si procederá a elevar el precio de sus billetes y se limitó a decir que «los precios fluctúan siempre en mercado y los marcan la oferta y la demanda», mientras que una portavoz de Ryanair señaló que en el corto plazo no contempla aumentar sus tarifas porque en términos de aprovisionamiento de combustible «está sólidamente cubierta, casi en su totalidad -el 80%-«, para este último trimestre de su ejercicio fiscal y para el primer trimestre del año fiscal 2023, y al 70% en el siguiente trimestre. EasyJet tiene alrededor del 60% de las necesidades de queroseno cubiertas hasta septiembre, con lo que prevé mantener precios, informó una portavoz.

Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), destacó a este periódico que el transporte representa el 40% de los costes de los paquetes vacacionales y, por tanto, si se eleva el precio del carburante, es habitual repercutir la subida a los viajes. Sin embargo, subrayó que esta vez el aumento del precio del combustible llega en un momento delicado para el sector, que sigue recuperándose de dos años de pandemia en los que su negocio se desplomó por el cierre de numerosos países, de los que actualmente algunos continúan con restricciones de acceso que dificultan los viajes.

Además, la invasión de Ucrania ha supuesto un nuevo revés para el turismo, ya que implica el cierre del espacio aéreo de Rusia, lo que obliga a los aviones a recorrer rutas más largas y más costosas en términos de gasto de queroseno. Y, por supuesto, está el efecto de la inflación desbocada, que está mermando el poder adquisitivo del consumidor.

Garrido indicó que CEAV participa en la Mesa del Comité de Transportes de Pasajeros, que estuvo reunida hace poco con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. «Le transmitimos el impacto tan negativo que tiene esto para los viajes», apuntó Garrido, que constató que, de momento, no hay ninguna respuesta del Gobierno para esta compleja situación. Con esos mimbres, no descarta una ralentización de los viajes por el encarecimiento de las vacaciones.

«Como haya un incremento de precios, la gente no va a reservar y va a posponer el viaje porque no está en condiciones de pagar cualquier precio», aseguró. «Estamos muy preocupados porque esto llega en un momento muy malo para el sector».

David Gallego, director comercial de la agencia de viajes Pangea, indicó que la demanda empieza a notarlo. «Están bajando un poco los ticket medios. Es decir, desde que ha empezado la guerra de Rusia y la subida de los carburantes, el número de peticiones para viajes de Semana Santa, verano o incluso Navidad es el mismo, pero está bajando el importe».

Reservas anticipadas como medida de protección

Ante este complicado escenario, Gallego dijo que en su empresa están siendo «lo más previsores posible con el cliente, animándole a que cierre la reserva lo antes posible».

«Estamos explicando al cliente la situación, avisando de que el precio de los carburantes está subiendo constantemente, y le decimos que la mejor manera de garantizar el precio del viaje es que emitamos los billetes» de sus vuelos de línea regular, continuó Gallego.

En circunstancias normales, para viajar en verano, las reservas de paquetes vacacionales se suelen hacer principalmente en los meses de marzo, abril y mayo, pero hasta aproximadamente 21 días antes de la salida del vuelo no se emiten los billetes. Eso significa que si en ese periodo de varios meses las compañías aéreas y turoperadores repercuten la subida del precio del combustible, las agencias deben llamar al cliente para avisarle del incremento del coste del viaje. Al emitir ya en abril, ese riesgo de alza en los precios desaparece, pero existe otro: si por el motivo que sea le es imposible viajar en las fechas contratadas, probablemente no recupere totalmente su dinero, cosa que sí ocurre si el billete se emite dentro de los 21 días previos al vuelo. En ese caso, los gastos de cancelación suelen ser mínimos.

No obstante, estos aumentos de precio imprevistos no son bien aceptados por los clientes, que a veces cancelan las vacaciones si el precio final rebasa el presupuesto previsto. «Sí estamos sintiendo el malestar de nuestros clientes, que no entienden que las compañías aéreas apliquen estos incrementos», confirmó Garrido. «Si la situación se estuviera complicando, sí nos enfrentaríamos a posibles cancelaciones de clientes», advirtió Gallego.

Lo último en Economía

Últimas noticias