Sánchez Martínez perpetró un escándalo arbitral mayúsculo en San Mamés cuando en el minuto 14 no pitó un clamoroso penalti de Gorosabel a Rodrygo. El VAR lo llamó para que lo viese en la pantalla y tras varios minutos decidió no pitarlo, a pesar de que era muy claro. Un colegiado muy relacionado con el caso Negreira, ya que fue el portavoz de los árbitros en la rueda de prensa que dieron una vez que vio la luz.
El partido en San Mamés entre el Athletic y Real Madrid empezó con mucha polémica. En los primeros minutos de partido, Kylian Mbappé recibió un agarrón dentro del área. El delantero francés cayó y pidió pena máxima. Pero el colegiado no pitó nada. Minutos después iba a ser el gran protagonista del partido.
En el minuto 14 de partido, Sánchez Martínez protagonizó el escándalo del partido perjudicando al Real Madrid. Tras una buena jugada de Rodrygo, Fran García buscó un disparo dentro del área, la pelota rebotó en un defensa del Athletic y le cayó a Mbappé, que hizo el 0-1. Pero el asistente levantó el banderín y el gol quedó anulado por fuera de juego.
Pero el partido quedó parado. El VAR estaba analizando la jugada. Tras el remate de Fran García, parecía que el último en tocar era un jugador del Athletic Club, lo que habilitaría a Mbappé. Pero el VAR sorprendió a todos. No solamente estaba revisando eso, estaba mirando una acción anterior.
El VAR avisó a Sánchez Martínez para que viese en la pantalla un posible penalti de Gorosabel a Rodrygo. Era clamoroso. El contacto existió y eso derribó al brasileño. Y como sucedió antes de la jugada del fuera de juego, lo segundo ya no existió. Tras varios minutos revisando la jugada, Sánchez Martínez decidió mantener su decisión y no pitó penalti para sorpresa de todos.
