El Real Madrid ha prolongado su caída libre en Bilbao (79-67), escenario de su quinta derrota consecutiva y octava en sus nueve últimos partidos. Tras su arranque de orgullo sin premio en el Clásico, volvió a dar su peor versión frente a un rival que ocupa la duodécima clasificación de la Liga Santander. Además, al mando del equipo vasco está Álex Mumbrú, exjugador blanco y uno de los nombres que suenan para suceder a Pablo Laso en caso de reemplazo en el banquillo.
El partido, correspondiente a la jornada 19, se ofrecía como una oportunidad para romper la mala racha, pero el Real Madrid volvió a quedarse sin argumentos más allá de la fe de Sergio Llull (22 puntos). Ningún otro jugador alcanzó dobles dígitos de anotación en un equipo que volvió a demostrar una alarmante falta de puntería dese la larga distancia (9/38 en triples). Jugadores clave como Tavares, Yabusele o Poirier estuvieron más que discretos en otra tarde para olvidar que ya hace peligrar incluso la segunda plaza liguera.
Tras una primera mitad equilibrada, el Bilbao Basket irrumpió en el tercer cuarto y se escapó en el marcador hasta alcanzar una máxima renta de 18 puntos (60-42) que amenazaba con humillación para los visitantes. De la mano de Llull, el Real Madrid volvió a la carga con un parcial de 13-0, pero Goudelock (14 puntos), Inglis (14) y Masiulis (12) se encargaron de abortar la remontada.
De esta forma, el equipo blanco ni siquiera llegó a pelear por el triunfo en los minutos finales y cayó ante un rival que pudo dedicarle una fiesta completa a Mumbrú en el día que se retiró para siempre su camiseta negra con el dorsal 15. Peores sensaciones imposibles a una sola semana de encarar los cuartos de final de la Euroliga contra el Maccabi Tel Aviv. Antes, tendrá una última oportunidad para recobrar algo de optimismo en el partido del próximo domingo contra el Breogán gallego.
