Zidane no tiene plan B

Zinedine Zidane ha renunciado ha un plan B que tantos éxitos le dio la temporada pasada. Esa segunda unidad que se terminó convirtiendo en clave en el tramo final del curso, ganando en estadios como el del Deportivo, Sporting o Granada, y que fue fundamental para alzar la Liga número 33 y para dar descanso a un bloque habitual que se pudo centrar en la Champions, esa que también se ganó en Cardiff, ya no luce por el Santiago Bernabéu. 

El entrenador francés no confía en uno jugadores jóvenes que están ansiosos por jugar unos minutos que no llegan. El ejemplo perfecto de esta situación se vivió frente al Málaga. Marcos Llorente y Borja Mayoral fueron los primeros en salir a calentar junto a Luka Modric. El croata entraría a los 16 minutos de la segunda mitad por Isco. Los canteranos esperarían su oportunidad sin dejar de mirar al banquillo esperando una llamada que les permitiese jugar. Theo se uniría a ellos más tarde y sería elegido minutos después.

Mayoral y Llorente continuaron calentando hasta que Zidane se decantó por el parleño cuando restaba un minuto para la conclusión. Borja salió corriendo hacia el banquillo, se preparó y pisó el césped. Un minuto sobre el terreno de juego y tres toques al balón, esa fue su participación. Por otro lado, Llorente se aproximó cabizbajo hacia un banco donde esperaba un Ceballos que ni siquiera calentó. 

Esta temporada el Real Madrid ha jugado 22 partido. Es decir, 1.980 minutos repartidos en cinco competiciones. Y lo que más llama la atención es que de los seis jugadores jóvenes que han reforzado esta temporada al equipo, sólo Achraf ha jugado más de 500 minutos. Zidane confió en él mientras Carvajal ha estado fuera de combate por su virus en el corazón, aunque no ha sido convocado en los tres últimos partidos. El resto no ha tenido tanta suerte. Theo ha disputado 442′, Ceballos 317′, Llorente 300′, Vallejo 269′ y Mayoral 252′. Pocas oportunidades que deja en entredicho a la segunda unidad.

No es hombre de cambios

Zidane esta temporada también está teniendo muchos problemas a la hora de decidir los cambios. El galo apuesta por meter hombres de refresco con los choques muy avanzados o cuando están a punto de terminar. Pero es que, hasta en cuatro ocasiones, no ha gastado las tres sustituciones. 

Frente al Tottenham en el Santiago Bernabéu, ante el Alavés y el Atlético en Liga y contra el Fuenlabrada en Copa sólo ha quemada dos balas o, como sucedió ante los del sur de Madrid, una. En la ida de los dieciseisavos coperos, el francés tan sólo dio entrada a Franchu por Achraf, dejando sin jugar a dos de los tres canteranos que esperaban en el banco.