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Adiós para siempre al bidet: su sustituto ya está aquí y está en las casas más pijas

Bidet
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Durante décadas, el bidet ha sido un elemento imprescindible en muchos hogares, especialmente en países de Europa y América Latina. Sin embargo, gracias al avance de la tecnología, nuevos dispositivos más prácticos, eficientes y adaptables están revolucionando los hábitos de higiene y prometen no sólo reemplazar al bidet, sino también ofrecer una experiencia mucho más completa.

Los baños del siglo XXI están atravesando una transformación sin precedentes. Lo que antes era un espacio meramente funcional, ahora se ha convertido en un entorno pensado para el confort, la salud y el bienestar. Dentro de esa evolución, los sistemas de higiene íntima han sido protagonistas de una verdadera revolución tecnológica. Desde pequeñas duchas manuales hasta  inodoros inteligentes, las opciones para sustituir al tradicional bidet no sólo son más higiénicas, sino también más sostenibles.

El gran sustituto del bidet

Atrás quedaron los días en que el bidet era la única alternativa para una limpieza con agua después el inodoro. Hoy, existen dispositivos mucho más modernos, cómodos y eficientes que han comenzado a conquistar los baños de millones de personas alrededor del mundo. Uno de los sustitutos más accesibles y prácticos es la ducha higiénica, también conocida como «bidet de mano». Este accesorio, muy utilizado en países asiáticos y del Medio Oriente, se instala fácilmente junto al inodoro y permite una limpieza dirigida mediante un chorro de agua a presión.

Pero si hay una tecnología que verdaderamente está marcando un antes y un después en materia de higiene personal, es la de los inodoros inteligentes. Lejos de ser un lujo exclusivo de Japón, donde estos sistemas son parte de la vida cotidiana desde hace años, cada vez más hogares en Occidente se están sumando a esta tendencia. ¿Qué los hace tan especiales?

Estos inodoros cuentan con funciones automatizadas que integran limpieza con agua a presión, secado con aire caliente, control de temperatura, luces LED, sensores de movimiento y, en algunos casos, hasta música ambiental. Todo se maneja desde un panel digital o un control remoto, lo que permite una personalización total de la experiencia según las preferencias individuales. Algunos modelos incluso memorizan ajustes para distintos miembros de la familia, adaptándose a cada necesidad.

Desde una perspectiva médica, la limpieza con agua es mucho más recomendable que el uso exclusivo del papel higiénico. El agua limpia de forma más efectiva sin irritar la piel, lo que es especialmente importante para personas con hemorroides, sensibilidad dérmica o condiciones como dermatitis. Además, el uso de inodoros con chorro de agua permite un acceso más preciso a las áreas íntimas, mejorando la limpieza sin contacto manual, lo cual reduce el riesgo de infecciones o contaminación cruzada.

Instalar un inodoro inteligente o una ducha higiénica puede parecer una inversión inicial considerable, pero los beneficios a largo plazo son indiscutibles. La eliminación del papel higiénico implica un ahorro mensual significativo. Además, estos sistemas reducen el desgaste de las cañerías y previenen atascos frecuentes causados por el exceso de papel, lo que se traduce en menos gastos de mantenimiento.

En cuanto a la comodidad, la diferencia es abismal. No es necesario hacer maniobras incómodas para alcanzar ciertas zonas ni recurrir a múltiples productos para una correcta higiene. La automatización lo hace todo más fácil y agradable. Los modelos más avanzados incluso incluyen asientos calefactbles, desodorización automática y tapas que se abren y cierran solas.

Así serán los baños del futuro

Los baños del futuro ya no serán simples espacios funcionales, sino verdaderos centros de bienestar, tecnología y sostenibilidad. La transformación ya está en marcha, y en los próximos años veremos una evolución radical en la forma en que concebimos este ambiente del hogar.

En primer lugar, la tecnología será protagonista. Inodoros inteligentes con chorros de agua ajustables, secado con aire caliente, asientos calefactables, luces LED y sensores de movimiento se convertirán en algo habitual. Controlados por voz o mediante aplicaciones móviles, permitirán una experiencia personalizada para cada usuario. Además, la limpieza será automática: muchos modelos ya incorporan autolimpieza con luz ultravioleta y desodorización activa.

La sostenibilidad también jugará un papel clave. Se optimizará el consumo de agua mediante sistemas de descarga eficientes, duchas con control de flujo, e incluso reaprovechamiento de agua gris. El papel higiénico desaparecerá en muchos hogares, reemplazado por sistemas de lavado y secado automáticos que reducen el impacto ambiental y mejoran la higiene.

Además, los materiales del futuro serán antibacterianos, fáciles de limpiar y duraderos, con acabados que combinan estética y funcionalidad. La iluminación ambiental, los aromas inteligentes y hasta la música integrada transformarán el baño en un espacio multisensorial, ideal para relajarse y desconectarse del estrés cotidiano.

Incluso habrá integración con dispositivos de salud: básculas inteligentes, análisis de orina en tiempo real y espejos que monitorean signos vitales. Los baños dejarán de ser simples lugares de paso para convertirse en entornos activos en el cuidado personal.

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