Thiago da Silva salta al olimpo de Río superando al mito Lavillenie en la pértiga

Thiago da Silva salta al olimpo de Río superando al mito Lavillenie en la pértiga
Thiago da Silva, sorprendente ganador de la pértiga en Rio 2016 (Reuters)
Rafael Gallego

El atletismo de los Juegos Olímpicos de Río 2016 está saliendo a más de un relato histórico por día y un deportista local se ha unido a la fiesta tras una tan impresionante como sorprendente actuación volando sobre el tartán. Thiago da Silva se proclamó campeón olímpico en salto con pértiga para jolgorio de la afición brasileña superando en un final de infarto a la gran estrella mundial, récordman planetario y oro en Londres 2012 Renaud Lavillenie.

Tenía Thiago da Silva buenas credenciales -interesantes marcas y un campeonato del mundo junior hace cuatro años- pero ninguna que hiciera pensar que tenía posibilidades reales de llegar a lo más alto del cajón en Río, más allá de ‘jugar’ en casa. Pero el salto que pegó Da Silva le metió diréctamente en la historia, superando con mucho su mejor marca y apropiándose, de paso, con el récord olímpico.

Felices se las prometía el siempre sólido Lavillenie, que empezó a saltar en una altura ya alta, 5’75, confiando como siempre en sus posibilidades. En esa misma altura sumó su primer nulo el brasileño, a quien las predicciones más optimistas situaban luchando por una medalla. Eran buenas las sensaciones que daba el francés, pero Da Silva parecía ungido por el fervor de la grada mostrando cada vez más fortaleza.

Feos silbidos de la grada a Lavillenie

La grada, por otra parte, no tuvo el mejor de sus comportamientos con Lavillenie. Acaso aquejada de cierta futbolización, el público silbó al francés en sus últimos saltos, hasta el punto de que éste, en el salto en el que perdió el oro, mostraba públicamente su decepción con ese comportamiento.

Lavillenie estableció un nuevo récord olímpico al saltar la distancia de 5’98 con la que presumiblemente se colocaba en disposición de colgarse la medalla de oro. Ya con la plata asegurada Da Silva elevo el listón a la siguiente altura para lanzarle un improbable órdago al oro. Falló a la primera -era su segundo nulo- y, cuando más complicado parecía, lo hizo. Salto a la historia y toda la presión para Lavillenie.

El francés se quedó lejos de su difícilmente alcanzable récord mundial de 6’16, falló el único intento que tenía para recuperar la primera posición y un atleta brasileño entraba en la historia de los Juegos Olímpicos. Thiago da Silva se ha convertido ya en otro de los héroes de Río 2016.

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