El franquista Tebas se reúne con las herederas de Pablo Iglesias

Javier Tebas quiere mantener bien calientes sus contactos políticos. Pese a ser reconocido votante de VOX, fiel defensor de la ultraderecha como militante de Fuerza Nueva y muy franquista, el presidente de la Liga nunca ha ocultado que juega a dos bandas al ser amigo íntimo del independentista catalán y extremista de izquierdas, Jaume Roures.

No sabemos si el presidente de Mediapro le montó la reunión con la nueva cúpula directiva de Podemos tras la salida de Pablo Iglesias del panorama político, pero el presidente de la Liga ha tardado bien poco –apenas dos días– en mover ficha después de la caída del fundador del partido morado.

A cuenta del caso Diakhaby, Tebas se presentó en el ministerio de Derechos Sociales para hablar en la misma mesa con Irene Montero e Ione Belarra sobre el asunto –ya ha pasado más de un mes de ello– para recibir una propuesta de ambas de que «un partido no puede continuar si se dan el tipo de hechos» que vivió el jugador del Valencia.

La reunión, bastante vacía de contenido, sirvió para que Tebas se comprometiese con las ministras de Podemos a crear una cooperación entre los ministerios de Igualdad y Derechos Sociales con La Liga contra cualquier forma de violencia o discriminación con el objetivo de concienciar a los aficionados que acuden a los campos contra el racismo y el machismo.

El encuentro fue un brindis al sol. Tebas quería conocer de primera mano cómo estaba su situación tras la salida de un Pablo Iglesias que le ayudó en su momento en el caso Deportivo cuando todo hacía presagiar que sería inhabilitado. El presidente de la Liga pudo comprobar que tanto la pareja del político como la heredera designada –Belarra ha recogido las carteras dejadas por Iglesias al marcharse del Gobierno– están en una buena sintonía para moverse entre bambalinas cuando lo necesite.

Según ha podido saber OKDIARIO, Tebas se encuentra bastante inquieto por el proyecto existente de nueva Ley del Deporte que pretende sacar el ejecutivo de Pedro Sánchez y que le arrebataría parte de su poder en el reparto de los derechos televisivos de los equipos de la Liga. Hay que recordar que hace un año, el presidente de la patronal de clubes cedió un buen pellizco ante la ex secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, a costa de la vuelta del fútbol con los Pactos de Viana. El presidente de la Liga ya se ha rearmado por lo que pueda venir y sabe que contar con Montero y Belarra de su lado era prioritario para sus intereses. Si no fuese así, ¿de qué se iban a sentar en una misma mesa dos pensamientos tan antagonistas?