La reflexión viral de Djokovic que bendice las fiestas de Alcaraz en Ibiza: «Lo que haga allí…»
El tenista balcánico sale en defensa de la manera tan criticada que tiene Alcaraz de vivir la vida
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Un viaje a Cancún y otro a Ibiza para resetear y volver a ganar. Esa ha sido la hoja de ruta de Carlos Alcaraz para pasar de la eliminación y frustración tras caer en Miami a la victoria y la alegría después de cerrar en Roland Garros una secuencia de ganadora en Montecarlo, Roma, París y Londres. Dos Masters 1.000, un Grand Slam y un ATP 500. Los tres primeros títulos obtenidos tras cruzar el Atlántico a Cancún con su familia y el último después de estar con sus amigos de fiesta en Ibiza.
Ha sido duramente criticado por ello, aunque también ha encontrado adeptos en su filosofía. Novak Djokovic ha salido al paso de las críticas y ha tirado del currículum de Alcaraz para justificar las desconexiones del murciano. «Lo que haga allí, está funcionado. Siempre gana antes y después de Ibiza», aseguró el tenista serbia, quien halagó la final de Roland Garros en la que Carlitos levantó dos bolas de partido a Sinner y terminó alzando el trofeo.
«Lo que hicieron en la final fue increíble. Estaba en mi casa, mi mujer quería ver el partido, pero yo no. La primera parte del encuentro nos fuimos a comer, pero luego volvimos y nos quedamos a verlo. Y fue un partido increíble. Les doy un gran mérito a ambos. Es uno de los partidos más históricos que hemos visto», declaró el balcánico.
El murciano gana a su manera, esa tan criticada cuando publicó su documental. Se mostró transparente y enterró el arquetipo de tenista clásico basado en el éxito a través del sacrificio con sangre. La filosofía de Carlitos pasa por ganar disfrutando. Para él, la mayor victoria es ser feliz. Se expresa alegre y vacilón fuera de la pista y traslada esa teoría cuando tiene la raqueta en la mano.
Como cuando en medio del caos en la final de Roland Garros se apuntó el tercer set, el primero que perdía Sinner en todo el torneo, y se llevó el dedo a la oreja. Era momento de divertirse. Show time. Y fue cuando se soltó y le entraron las dejadas que antes le eran esquivas. Alcaraz necesita estar cómodo y tener sus parcelas de desconexión para mantener la concentración cuando empuña la raqueta.
Y ese dejarse llevar, que lleva tiempo instalado en su mantra, le ha permitido alcanzar la plenitud con una fortaleza mental pocas veces o nunca vista en él. Por ejemplo, nunca antes había remontado dos sets de desventaja y lo hizo contra el número uno del mundo en una final de Grand Slam y con dos pelotas de partido en su contra. Casi nada. Se mantuvo sólido el murciano para capear el temporal y esperar su oportunidad. Y ahora acumula 18 victorias consecutivas, su récord de siempre. Bendito Cancún y bendita Ibiza.