Celta de Vigo - Real Madrid: Liga Santander

Examen en Balaídos

El Real Madrid visita este domingo uno de los campos en los que más ha sufrido en los últimos tiempos

En Balaídos el Madrid perdió definitivamente la Liga de 2014, pero también selló la de 2017 en partido aplazado por el alcalde de Vigo

balaídos
El Madrid visita uno de sus campos malditos de Primera División.

Al Real Madrid no le queda otra opción que cambiar el chip y ponerse el mono de trabajo este domingo en Vigo. Allí le espera el Celta (20:45 horas), un equipo irregular en esta Liga que sin embargo ve en el encuentro ante los blancos una oportunidad para dar el salto que necesita esta temporada.

Con el casco puesto, y más tras los acontecimientos de 2017 con partes del estadio de Balaídos cayéndose a las calles adyacentes, el Real Madrid es consciente de la complicación que siempre le ha supuesto Balaídos, el segundo campo por historia con peores resultados para los blancos y un estadio siempre correoso y duro.

Una Liga perdida y otra ganada

Tradicionalmente ha sufrido mucho el Madrid en Vigo, donde en los últimos tiempos tiene una de cal y otra de arena. Aquí perdió definitivamente la Liga de 2014 con Ancelotti en el banquillo, cuando Atlético y Barcelona le daban oportunidades con sus pinchazos de reengancharse a la Liga pero los blancos, ya en la final de la Champions de Lisboa, prefirieron centrarse en ese duelo y no intentar lograr el triplete, porque la Copa del Rey ya estaba ganada. Perdió entonces 2-0 el Madrid, que un año después ganó en Vigo justo después de eliminar al Atlético de Madrid en cuartos de Champions, con Chicharito Hernández en modo salvador de Ancelotti marcando goles balsámicos.

El Celta – Real Madrid más mediático llegó en 2017, cuando también se enfrentaron en cuartos de Copa del Rey y el cuadro gallego acabó eliminando a los de Zidane en una eliminatoria apasionante en la que el Celta ganó el Bernabéu (1-2) y aguantó en Balaídos (2-2). Fue el único equipo que logró ganar entonces en Madrid y parar a la máquina de Zidane, que si no hubiera sido por el Celta posiblemente hubiera firmado el triplete. Pero sin duda ese año será recordado por el duelo de Liga, encuentro en el que un alcalde, Abel Caballero, se hizo famoso mundialmente por suspender por obra y gracia el partido.

La irrupción del alcalde

De propiedad municipal, el Estadio de Balaídos había sufrido algún desperfecto por un temporal que azotó Galicia y que se llevó parte de la chapa del campo, con caída de cascotes a la calle incluida. El Real Madrid viajó aquél domingo a Vigo, pero el alcalde se negó a que se jugara alegando que la seguridad no se podía certificar. Consiguió aplazarlo y los blancos tuvieron que ir a Vigo, esta vez en mayo y por tercera vez en un año, entre la penúltima y la última jornada, jugándose la Liga ante un Celta que acababa de ser eliminado por el Manchester United en semifinales de la Europa League. Ganó el Madrid (1-4) y selló prácticamente la Liga, que después cerró en La Rosaleda de Málaga.

Nunca lo ha tenido fácil el Real Madrid en Vigo, uno de los campos que en los últimos tiempos más se le atragantó, especialmente por el crecimiento exponencial del Celta, que en el último lustro ha ido progresando hasta alcanzar dos semifinales, de Copa y Europa League, en 2017. Sin embargo, este año con Mohamed en el banquillo, al igual que el pasado con Unzué, ha frenado su progresión y al duelo de este domingo llega necesitado de puntos. La dupla Iago Aspas – Maxi Gómez es la que ha mantenido con vida a un Celta que sigue sin encontrar su lugar este año en Liga, undécimo actualmente en la clasificación.

El segundo peor campo de España para el Madrid

Los datos no engañan y reflejan la dureza de Balaídos para el Real Madrid: es el segundo campo de España con peores números para los blancos, solo superado por el Camp Nou de Barcelona. En Vigo el Real Madrid ha perdido 23 partidos de los 52 jugados (prácticamente la mitad) desde que se tienen registros. Datos, además, mitigados en los últimos años para el Madrid. Antes era peor para ellos. Recordadas son algunas derrotas como el 3-0 de mayo de 2001, el contundente 5-1 de abril de 1999 con Toshack en el banquillo y el 4-0 de junio de 1997 con el que el Madrid ‘celebró’ la Liga ya ganada. El Madrid llegó a estar seis años consecutivos sin ganar en Vigo, aunque eso últimamente cambió.

Si bien Vigo ha sido una ciudad no muy propensa en favor del madridismo (tampoco es de las aficiones más duras contra el Madrid), en Balaídos ganó una Liga el Real Madrid sin jugar. Fue en 2003, cuando el Celta hizo un favor histórico a los entonces entrenados por Del Bosque. El equipo gallego ganó en la penúltima jornada de Liga a la Real Sociedad (3-2) y regaló así el título al Madrid, que ganó en el Calderón (0-4) y se puso líder en la penúltima jornada gracias al pinchazo de la Real. Aquél Celta, eso sí, se jugaba llegar a una Champions que finalmente logró.

Han pasado los años, las visitas del Real Madrid a Vigo no tienen ya el miedo del pasado, pero sí que siguen siendo durísimas para los blancos, que han sufrido eliminaciones y, en caso de ganar, lo han tenido que hacer con mucha complicación. No se espera que sea de otra manera este domingo, donde al Madrid le espera un Celta necesitado y hambriento.

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