El test de Casemiro

Aunque la climatología del pasado sábado y la incertidumbre del partido ante el Sporting frustraron que Zidane pusiera en marcha el plan Casemiro, el encuentro de este miércoles frente a la Cultural Leonesa será un termómetro ideal para que el técnico del Real Madrid compruebe en qué estado está el brasileño después de más de dos meses lesionado.

Zidane quiere contar con Casemiro en el Camp Nou. Si no puede ser de inicio, porque al brasileño le faltará todavía mucho ritmo de juego después de tanto tiempo parado, que sea al menos para que juegue en la segunda parte del Clásico, sobre todo si el Real Madrid necesita aguantar un resultado positivo.

«La idea es que juegue contra la Cultural y luego ya veremos el sábado. Él ya ha vuelto con el grupo y teóricamente está listo para jugar», dijo el técnico en rueda de prensa.

Los seis puntos de ventaja con los que los blancos aterrizarán en Barcelona convertirían un hipotético empate en el Camp Nou en un magnífico resultado, al menos a priori. Eso sí, Zidane no quiere que sus jugadores salgan a especular ni a dejar pasar los minutos, sino que lo hagan con el mismo espíritu del Calderón: comprometidos, agresivos, organizados, solidarios y con voluntad de atacar constantemente.

El equilibrio, la capacidad de recuperación de la pelota y el juego aéreo defensivo que aporta Casemiro al Real Madrid es fundamental para Zidane, de ahí que el encuentro de este miércoles ante la Cultural sea un test para el brasileño. Si está bien, Zizou sabe que tiene un soldado más para la batalla del Camp Nou. Si está muy fuera de ritmo, el técnico madridista utilizará en Barcelona a jugadores más rodados, porque no es un día para experimentos.

Zidane, eso sí, está tranquilo. El extraordinario rendimiento de Kovacic en ausencia del brasileño ha permitido que el Real Madrid siga siendo un equipo equilibrado, a pesar de la ausencia de Case. El croata se ha ganado los galones de titular por méritos propios y ahora deberá ser el brasileño el que tenga que competir por recuperar un puesto que era de su propiedad antes de caer lesionado en Cornellá.