Higuaín se venga de la Champions y lanza a la Juventus a Cardiff (0-2)
Dos goles de redención, dos tantos de goleador, dos golpes de venganza. Gonzalo Higuaín logró, después de tropezar mil y una veces con la misma pierda, su gran noche en la Champions League. No brilló frente al Barcelona pero su equipo pasó, y cuando su equipo sufría en Mónaco apareció para aportar lo más importante en el fútbol, y por partido doble. La Juventus tiene pie y medio en Cardiff y es gracias a las paradas de Buffon, el talento de Alves y Dybala, pero, en la noche de miércoles en el Principado, el que aportó lo suficiente para volcar el partido y asegurar el 0-2 fue el Pipa.
El partido en sus primeros minutos era de Kylian Mbappé. Movimientos, desbordes y un remate espectacular que a punto estuvo de convertirse en el 0-1. Lo evitó Buffon, 17 años más joven que el adolescente francés, antes de entregarle el testigo de destacado de la Juve a Paulo Dybala. El genio argentino comenzó a dejar toques diferenciales cayendo a la derecha y uno de ellos se convirtió en el 0-1. Fue una contra maravillosa de la Juve, que juntó la estética y la efectividad de los grandes jugadores del cuadro turinés.
La idea de Dybala fue seguida por Alves, que interpretó a las mil maravillas la posición de extremo derecho durante todo el partido, y cedió a la rabia de Higuaín, el Pipa, el que, cifras en mano, siempre la mete en la Liga y nunca en la Champions, pero olvidó todo en el Louis II para perforar la red de Subasic y celebrar con los tifossi un tanto que abría la veda del billete a Cardiff.
8 segundos tardó Mbappé en reaccionar y poner al Louis II de nuevo en posición de remontar. Sus quiebros derivaron en una jugada que acabó Falcao chocando contra el muro de Buffon. De nuevo, la leyenda de la portería salvando a su equipo de recibir un gol, y no fue el último. Minutos después volvió a ganar el duelo a Kylian, esta vez en una salida.
El Pipita sentencia
Sufría pero aguantaba la Juventus, buscando una contra para sentenciar el partido. Lo volvió a querer más que nadie Higuaín, en la noche de redención europea, y de nuevo tras un pase maravilloso de Dani Alves. Empezó la jugada Dybala con esfuerzo, picardía y clase. La misma historia de la primera parte.
Lo siguió intentando el inexperto y talentoso Mónaco, a través de los centros de Dirar y la puja de un desacertado Falcao. No llegó el gol por parte de ninguno de los dos equipos, y atacó más el equipo local, pero Chiellini, Barzagli, Bonucci y Buffon suponen un muro que siempre aleja al rival del gol. El mismo que no tuvieron los delanteros monegascos y sí Higuaín. 23 partidos para marcar dos goles y solo 60 para igualar la cifra en una noche mágica e incluso justa para el Pipita, que no necesitó ser el mejor para vengarse de tanto fallo y poner a la Juventus al filo de una nueva final de Champions.