Piqué se centra en conseguir la custodia de sus hijos tras su retirada

La retirada de Gerard Piqué ha pillado por sorpresa a muchos. De un día para otro, el central anunció que el encuentro ante el Almería sería el último jugaría en el Camp Nou con la camiseta del Barcelona, aunque su defensa de la elástica culé durará hasta el siguiente encuentro ante Osasuna en Pamplona. Pese al revuelo inicial, la decisión del catalán estaba más que meditada y tiene un porqué mucho más fuerte que cualquiera de los deportivos o profesionales mencionados días. El jugador lo hace por sus hijos.

Piqué está inmerso en un proceso de separación con Shakira desde que este pasado verano saliera a la luz su ruptura. Una supuesta infidelidad del futbolista fue el detonante para que la cantante iniciara el trámite del divorcio con el que aún lidian meses más tarde. De hecho, las próximas semanas son claves en el futuro del mismo en uno de los aspectos más importantes para ambos: la custodia de sus dos hijos, Sasha y Milan.

La custodia de los menores es uno de los temas centrales del divorcio y quién se quedará con ellos es algo que buscan tanto el padre como la madre. Más allá de aspectos deportivos que hayan podido tener su peso en la decisión del catalán, la custodia de Sasha y Milan ha sido el gran detonante para que Piqué cuelgue las botas en este momento exacto de la temporada y no ha querido esperar hasta final de curso.

El futbolista es consciente que su figura como padre quedaba debilitada siendo futbolista. Debido al constante trasiego de viajes y desplazamientos del Barça, es algo que le restaría puntos de cara a una disputa con Shakira, algo que ahora podrá usar a su favor teniendo en cuenta que la colombiana está más activa que nunca en su carrera musical.

Piqué no tiene un plan

El jugador quiere evitar a toda costa que sus hijos se marchen a vivir a Miami como sí quiere su madre y va a pelear hasta el final para encontrar una solución. Ahora mismo, Gerard tiene a priori una agenda mucho más despejada toda vez que ha anulado sus compromisos futbolístico que le hacían estar fuera de casa más de 100 días al año.

Piqué quiere jugar sus cartas y una de ellas pasaba por retirarse para tomar el control de su vida, volcándose por completo laboralmente en su empresa Kosmos, donde podrá seguir trabajando a pleno rendimiento pero con una residencia fija, en Barcelona. Es en la Ciudad Condal donde se han criado sus hijos, Milan cerca de cumplir 10 años, y Sasha, cerca también de los 7, otra de las bazas que quiere usar el catalán para aferrarse a sus hijos y conseguir que se queden cerca de él y no a varios miles de kilómetros de su vera.

El central puede usar en su defensa que un cambio de domicilio y de país a esas edades puede ser muy traumático para sus hijos. Shakira buscará desmontar los argumentos de su ex marido, pero este giro de tuerca también le ha pillado a contrapié. Ni la cantante ni sus abogados esperaban que Piqué dejase el fútbol para dedicarse a otras facetas.