Deportes
Atlético de Madrid

La metamorfosis de Giuliano Simeone

El carrilero ha medido su preparación al detalle para afrontar la temporada de su confirmación

Oposita a pilar fundamental tanto del Atlético como de Argentina en el próximo Mundial

Se mantiene como jugador clave tras la reconstrucción de la plantilla rojiblanca

La presencia de un hijo en el vestuario liderado por su padre es un arma de doble filo. Tan emotivo por una vertiente como bomba de relojería por la otra. Las sospechas de nepotismo son inevitables. Diego Pablo Simeone era consciente de ello cuando tomó la decisión de incluir a su hijo Giuliano Simeone en la primera plantilla del Atlético. Sin embargo, la titularidad de su vástago durante el pasado curso fue producto de una concatenación de méritos.

Y es más, tal vez el árbol genealógico ha obligado a Giuliano Simeone a aglutinar más merecimientos que el resto. Ahora, una temporada después de que llegara al primer equipo, nadie duda de que la decisión fue acertada. Su rendimiento sobre el terreno de juego silenció las voces que valoraban lo contrario. Sus cinco goles y ocho asistencias la pasada campaña contribuyeron de sobremanera a ello.

Aunque principalmente fue su actitud y maneras dentro del terreno de juego. Voluntarioso en las ayudas, intenso en los repliegues y con viviendo cada jugada como si fuera la última. Se consolidó como una pieza clave dentro del once rojiblanco y este curso apunta a ser el de su confirmación. Durante el verano se ha ejercitado y cuidado al detalle para llegar al inicio liguero en plena condición.

«Tiene buena genética», apuntan los que mejor le conocen. Giuliano es muy concienzudo con la preparación, tanto física como alimentaria. Cuida al detalle lo que ingiere y vive para tener un punto óptimo de forma. Incluso cuando ha tenido vacaciones ha seguido ejercitándose con el objetivo de buscar su mejor versión. En los entrenamientos con el Atlético se le ve un cuerpo más musculado y voluminoso.

Ayuda también que, a sus 22 años está en pleno pico de desarrollo muscular. Mantiene la energía que tanto encandiló al Metropolitano el curso pasado. Para el nuevo apunta a titular ante el Espanyol. Será el primer capítulo de su segundo libro con el Atlético. Uno que está marcado por su irremediable cambio de rol. Se mantiene como pilar de una plantilla, la colchonera, remodelada en gran parte durante el mercado de fichajes.

Giuliano ha ido dejando pistas a lo largo del verano de sus intenciones. En redes sociales publicó vídeos en los que se le veía ejercitándose tanto en solitario como con amigos como con familiares. Es de naturaleza trabajadora, busca mejorar técnicamente y en la calidad de los metros finales, cuando más calma se necesitaba para precisar el último pase. Giuliano Simeone oposita a estandarte del Atlético y pilar de Argentina, que en menos de un año disputa el Mundial.