Lío en Turquía: el rival del Galatasaray se va del campo por las supuestas ayudas arbitrales que reciben

Escándalo en el fútbol turco. El partido jugado entre el Galatasaray y el Adana Demispor ha durado 32 minutos. Todo, por el supuesto trato de favor que recibe el Galata, lo que ha llevado a los visitantes a abandonar el terreno de juego. Se han ido del campo, se fueron a los vestuarios, se ducharon y se marcharon del estadio. Lo cierto es que el partido empezaba con bronca, por un penalti más que discutible que transformaba Álvaro Morata, haciendo el 1-0 que en el momento de la suspensión del encuentro figuraba en el marcador.

Álvaro Morata transformó la pena máxima y, minutos después, sus rivales decidieron abandonar el terreno de juego. Las quejas en Turquía por este trato favorable a los de Estambul sin claras y, como consideran que reciben presuntas ayudas arbitrales de forma descarada, han tomado la decisión radical de irse del césped. Y lo cierto es que la pena máxima pitada es más que discutible.

El Adana Demispor salió del terreno de juego nada más adelantarse el Galatasaray. Lo hicieron después de que el conjunto local se pusiera por delante por medio de Morata. Aunque la razón no tiene nada que ver con el delantero español. Fue por el penalti en sí, dado que Mertens, que es al que se lo hacen, deja descaradamente la pierna atrás mientras se va tirando, buscando la del defensor.

El árbitro del partido señaló el penalti y los jugadores del Adama Demispor lo tuvieron claro. Una vez que marcó el gol el delantero español, se marcharon del terreno de juego. Todo, por los supuestos favores arbitrales que le hacen al conjunto de Estambul. Las quejas en el fútbol turco por el trato que recibe el Galatasaray son claras. Algo que, de otro modo, lleva denunciando José Mourinho desde que llegó a la Superlig.

El técnico del Fenerbahce ha cuestionado en múltiples ocasiones que su máximo rival recibe constantes ayudas por parte de los árbitros. Algo que ya hizo también en su etapa en el Real Madrid, cuestionando los arbitrajes del Barcelona antes de que se destapara el caso Negreira.

En esta ocasión, pese a que Mourinho es bastante crítico con el Galatasaray y las polémicas jugadas que les afectan, quienes se han ido del campo han sido los futbolistas del Adana Demispor. Los futbolistas han protestado la decisión del colegiado de señalar la pena máxima y, una vez que Morata ha adelantado a los suyos, se han ido a los vestuarios.

El partido estaba ya bajo sospecha, puesto que para el encuentro se había designado a un árbitro extranjero para el VAR. Se trataba de Jakob Alexander Sundberg, danés. Precisamente, el penalti que se pita es un piscinazo claro de Mertens y, desde el VAR, el colegiado traído especialmente para el partido no mandó la revisión de la jugada y dejó que se tirase el penalti.