Hakan Sükür, de pichichi turco a dirigir una cafetería en el exilio

Ser el máximo goleador histórico de la selección de fútbol de tu país no te exime de ser perseguido por un gobierno autoritario, y sino que se lo digan a Hakan Sükür. El ex futbolista turco ha tenido que exiliarse a los Estados Unidos, dónde ha montado una cafetería, después de que el presidente Erdogan solicitara su arresto por «ser miembro de una banda terrorista armada».

El que fuera jugador del Galatasaray, Parma, Inter o Torino, entre otros, fue elegido en 2011 -tres años después de su retirada- como miembro del Parlamento otomano por el partido político AKP, el mismo del actual máximo mandatario. Sin embargo, precisamente el mismo tiempo que llevaba fuera de los terrenos de juego es lo que aguantó en su cargo, al que renunció por los escándalos de corrupción que salpicaban a su formación y debido a la estrecha vinculación que tenía con Fethullah Güllen, clérigo culpado de las investigaciones.

Hakan Sükür siguió vinculado a la política en un carácter más independiente que compaginaba con su trabajo de comentarista de partidos de fútbol en la televisión pública TRT. Precisamente fue acusado de insultar al presidente Erdogan en Twitter en febrero de 2016 y con la policía turca pisándole los talones decidió exiliarse a Palo Alto (San Francisco), tal y como había hecho en 1999 el citado religioso.

Ahora dirige una cafetería

Del mismo modo que muchos exfutbolistas empiezan una nueva vida fuera de los terrenos de juego con un vínculo alto todavía al mismo, Hakan Sükür ha tenido que cambiar de disciplina. El pichichi turco es ahora el dueño de un moderno café de la citada localidad californiana por obligación ya que ha sido considerado persona non grata en su país.

El Tuts Bakery, así como se llama el local, tiene una amplia variedad desde desayunos hasta sopas, platos vegetarianos, sandwiches y paninis. El cambio de héroe nacional a propietario de una cafetería es una de la historias más curiosas que existen relacionadas con el deporte rey.