Premios María de Villota-Ciudad de la Raqueta

Emilio de Villota: “Diez años después el mensaje de María sigue vigente”

Los Premios María de Villota se celebran este jueves en la Ciudad de la Raqueta mientras su legado sigue presente diez años después

Emilio de Villota
Emilio de Villota
Luis Cobos
  • Luis Cobos
  • Jerezano con sangre madrileña. Redactor de deportes. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Amor eterno por la pelota.

El próximo 11 de octubre se cumplen diez años desde que María de Villota falleció. El jueves, día 5 de octubre, se celebra una nueva gala de entrega de los Premios que llevan su nombre y honran su memoria. Emilio de Villota ha hablado con la organización días antes de la entrega de los premios para hacer balance sobre el legado que nos dejó María y su plena vigencia una década después.

Una de las preguntas antes de la entrega de los Premios Ciudad de la Raqueta-María de Villota es como nacieron, y así respondía su padre, Emilio de Villota: «Fue una idea de Koki Martí, CEO de Ciudad de la Raqueta, que en su día el Jurado dio un premio a María de Villota. Era un premio único, sin más. Un reconocimiento a su figura, eso fue justo el año que María falleció. Se cumplen ahora diez años que nos dejó: el 11 de octubre de 2013. La edición de aquel premio fue un par de meses después. Ahí acabó ese episodio, pero la experiencia fue tan grata que el propio jurado y la organización, pensaron institucionalizar los Premios María de Villota, tratando de reconocer a figuras del deporte. Decidimos poner en marcha los Premios María de Villota y digo Premios porque el galardón se dividió en Trayectoria Deportiva y Hazaña Deportiva, tratando de reconocer trayectorias fantásticas o gestas que merecían la pena poner en protagonismo. No queríamos enfocar solo en una trayectoria o hazaña deportiva pura y dura, sino que tenía que ir complementada con unos valores de la persona y el deporte».

En el palmarés de los galardones figuran nombres como Nadal, Contador, Theresa Zabell, Teresa Perales, Ruth Beitia, Marc Márquez, Maialen Chorraut o Javier Fernández. Sin duda, estos premios mandan un mensaje a la sociedad.

«El mensaje no es otro, que poner el foco en los valores que rodean su persona. Juntamos la épica con la empatía, la solidaridad. El foco es lo que María nos transmitió: que hay algo más que el deporte detrás de las personas que pretendemos reconocer. No queremos conseguir la notoriedad que pueda tener un deportista por sus hazañas o gestas, sino sus valores o la resiliencia con la que afronta su vida. Lo que nos impulsó cuando recibió Rafa Nadal el Premio María de Villota, por ejemplo, fue el renacer de sus lesiones, de las que salió fortalecido. Esa es la verdadera hazaña tanto de Nadal como de otros muchos deportistas», afirmó Emilio de Villota.

El mensaje de María de Villota

«Es difícil ver el resultado. Creemos que tiene mucho que ver con la figura de María. Lo que ha trascendido a la sociedad no es solamente porque fue, luchando toda su vida, la mujer que llegó a la Fórmula 1. Eso fue una gesta y una hazaña, pero aun siendo mucho, lo que verdaderamente trascendió a la sociedad fue el hecho de que María luchó durante toda su vida para acceder a una categoría y el mismo día que lo consigue, es el mismo día que el castillo de naipes se cae, se viene abajo con su accidente. Puso en valor la palabra resiliencia en una mujer que logró su mejor versión», contaba Emilio de Villota sobre si el mensaje de su hija ha arraigado en la sociedad.

Esos valores impregnan los premios María de Villota. Cuando deportistas como María Pérez, Ruth Beitia o Teresa Perales reciben el premio, no perciben un premio de un referente del automóvil, sino de una persona con unos valores. Diez años después, ese mensaje es completamente válido. María fue una figura que dio una visión de la vida que transciende más allá del deporte, que ya de por sí es brutal.

Así nació el mensaje de María de Villota

«El Legado María de Villota arrancó en 2013 con el Secretario de Estado del Deporte de entonces, Miguel Cardenal, y el director general de la Fundación Deporte Joven del CSD, Alfonso Jiménez. Estas dos personas son las que tienen la delicadeza de invitarnos a la familia a comer en el Consejo y allí surge la idea de que María entre a trabajar en la Fundación Deporte Joven con el fin de que los valores que rodeaban a María se pudieran trasladar a los deportistas jóvenes. María no quería estar en un despacho, sino trabajar por los demás y dedicarse a los deportistas que están pasando por una situación de dificultad. La nombran vicepresidenta de la Fundación Deporte Joven. Era un miércoles. Un día después, viaja a Sevilla para dar una conferencia en la Fundación Lo que de Verdad Importa y María fallece dos horas antes de pronunciar su conferencia. A partir de ahí, Alfonso piensa que María nos ha dejado unos deberes y que tenemos que continuarlos. Yo estaba en estado de shock, pero finalmente, pensé que tenía razón y ahí empieza el Legado María de Villota. No es una Fundación, no es una ONG, no es una empresa, no tiene cuenta corriente, no tiene capacidad jurídica… Es simplemente un movimiento que trata de sensibilizar a la sociedad en favor de los más necesitados», continuaba Emilio de Villota.

«Sinceramente, me cuesta decirlo, pero creo que puede estar orgullosa porque su legado puede encauzar las emociones que María nos ha transmitido. Tenemos una legión de voluntarios, que tuvieron contacto con María en algún momento. Es el caso de los mismos premios María de Villota. ¿Qué le hace a Ciudad de la Raqueta, a Koki y al Jurado crear sus premios? La respuesta es María, su vida, su libro… su ejemplo», culminaba el padre de María de Villota.

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