Djokovic gana en dos actos a Hurkacz y entra en cuartos de Wimbledon

Novak Djokovic no falla, por mucho que se vea obligado a jugar en dos días diferentes, por una norma surrealista de Wimbledon, ni aunque su rival enganche más de 30 aces en un partido. El tenista serbio continúa con su racha de imbatibilidad en el All England Club y ya está en cuartos de final de la edición de 2023 tras derrotar a un durísimo rival, Hubert Hurkacz, quien le llevó al límite en la reanudación, ganando el tercer set y claudicando con el único break que concedió, en el cuarto y definitivo parcial.

El marcador, 7-6, 7-6, 5-7, 6-4, refleja la igualdad manifiesta vivida en un encuentro que se reanudó en el mediodía del lunes tras no poder ser acabado el domingo, en la jornada nocturna, al llegar a la hora límite local para no molestar a los vecinos del barrio de Wimbledon. En la reanudación, el viento derivó en cierta incomodidad de Nole, que cedería el tercer set ante una gran versión de Hurkacz, antes de, superadas las tres horas en el global del choque, poner las cosas en su sitio en el cuarto y citarse con Andrey Rublev en cuartos de final de un torneo que cada vez es más su jardín.

El encuentro, tal y como hizo Wimbledon, hay que dividirlo en dos actos, dejando parte específica a un primero que se decidió en dos tie-breaks en los que la determinación del siete veces campeón Djokovic ejerció de contrapunto ante el temor de Hubert Hurkacz, quien no pudo aprovechar las ventanas que le dejó el serbio, con cierto mal de altura en los momentos decisivos.

Nole demostró el porqué de su imbatibilidad en los tie-breaks, con 13 de 13 ganados en Grand Slam, en un segundo set que también circuló sin breaks y con la amenaza del toque de queda de Londres sobre las cabezas de los jugadores. Efectivamente, en el momento en que Djokovic se apuntaba la segunda muerte súbita de la tarde-noche por 8-6, el juez de silla decretaba, por obligación, el aplazamiento del encuentro hasta el día siguiente.

Una vez reanudado, Hurkacz entró a la pista sabedor de todo lo que había hecho bien, pero también de las pequeñas cosas que tenía que corregir para que su saque le acabara aportando resultados tangibles en el marcador, más allá de la estadística de aces. Por tercer set consecutivo sin breaks, aunque Djokovic sufría por el viento y acabó dejando volar el duodécimo juego, el primero que se marchaba para el sacador, con el correspondiente resultado de 7-5 en favor del polaco, que levantaba sin demasiado gesto al público mientras Novak hacía aspavientos contrarios contra alguien de la grada.

Parecía que el jaque al rey de Wimbledon podía ir a más, pero Djokovic se maneja como nadie en situaciones nerviosas y encima de esta capa, colocó dos de templanza para calmar el partido y adormilar a Hurkacz, que cedía, tras una meritoria resistencia, su servicio en el tramo clave del cuarto set, sirviendo a la postre la victoria a Novak en bandeja y el consiguiente paso a cuartos de final en el All England Club.