Champions League: Salzburgo-Atlético de Madrid

El Atlético vuela a octavos

El Atlético de Madrid estará en los octavos de final de la Champions League tras vencer por 0-2 al Salzburgo gracias a los goles de Hermoso y Carrasco

El Atlético vuela a octavos

El Atlético de Madrid se llevó los tres puntos al imponerse por 0-2 al Salzburgo gracias a los goles de Mario Hermoso y Yannick Carrasco. Los de Simeone, con esta victoria, consiguen clasificarse para los octavos de final de la Champions League como segundos de grupo, cumpliendo así con el objetivo de estar en la fase final de la máxima competición continental.

Un punto. Sólo hacía falta un punto para estar en octavos de final de la Champions League. El Atlético no sólo no lo consiguió, sino que se llevó los tres puntos de Austria en una victoria sin hermosuras en la que sufrió ante un equipo valiente que les llegó a poner contra las cuerdas. Finalmente, los goles de Mario Hermoso y Carrasco valieron a los colchoneros para sacar el billete para la ronda final de la máxima competición del viejo continente. Esa que tanto ansían los rojiblancos y que, tras el triunfo ante un equipo de Red Bull, esperan coger las alas prometidas para levantar la Orejona al término del campeonato.

Los rojiblancos salieron al terreno de juego con su once de gala, con lo esperado. Oblak defendía el arco y por delante estaban Trippier, Savic, Felipe y Mario Hermoso. En la medular, Koke y Saúl ponían el orden en el mediocentro y Llorente y Carrasco estaban abiertos a las bandas. Joao Félix y Luis Suárez, que buscaba poner fin a su mala racha fuera de casa en la Champions, completaban el ataque. Una alineación con la que están dominando en la Liga y con la que también buscan reinar en Europa, pero primero había que conquistar la ciudad en la que nació Mozart: Salzburgo.

No salieron bien los colchoneros. De hecho, sufrieron en exceso durante toda la primera mitad. El Salzburgo salió de una forma muy intensa, empleando el 100% de todas sus energías y los del Cholo Simeone se percataron rápidamente de ello. Daka robaba un balón a Hermoso y tenía que llegar Felipe al cruce para evitar el disparo del conjunto local. A la siguiente la advertencia fue mayor con un disparo de Berisha al poste. Sólo se llevaban dos minutos disputados y el Atlético ya sabía que le tocaba pasarlo mal.

Hermoso, de cabeza a octavos

El cuadro rojiblanco era incapaz de enlazar tres pases seguidos y la empanada, sumada a la intensidad del Salzburgo, hacía saltar las alarmas. El Atlético debía dar las gracias a que el equipo que tenía delante era este y no el PSG o Liverpool. Koita, delantero del conjunto local que se lleva el récord de haber realizado dos faltas por mal saque de banda en el mismo partido, desaprovechó una ocasión clara al golpear, en un mano a mano, más el césped que el balón. A continuación sí tuvo que esforzarse más Oblak para meter una mano salvadora cerquita del palo tras un disparo de Szoboszlai. Ambas jugadas llegaron con los austríacos ganándole la espalda a un Mario Hermoso que parecía que había dado entrada libre por el costado izquierdo.

A los 23 minutos llegó el primer tiro del Atlético con Marcos Llorente como protagonista, pero el chut, colocadito, se perdió cerca del poste. Parecía que despertaban los hombres de Simeone, pero otra vez el Salzburgo hacía gala de su valentía y su intensidad. Koke perdía un balón en campo rival y en cinco toques montaban una contra letal que Daka desaprovechó. Otra vez había que dar gracias porque el rival no era un grande de Europa. En una jugada puntual en la que Luis Suárez robó el balón a Wöber pudo golpear el cuadro madrileño, pero el guardameta llegó a cortar el pase de la muerte que intentó hacer Marcos Llorente a Joao Félix.

Al Atlético le costaba, pero cuando lo conseguía Joao Félix era castigado reiteradamente por Junuzovic. De una de esas faltas nació el gol de los colchoneros. Carrasco la ponía en el corazón del área y aparecía Mario Hermoso para rematar, entre la cabeza y el hombro, para hacer el primero de la noche y batir a Stankovic, acercando a su equipo a los octavos de final de la máxima competición continental. Con el 0-1 se marcharon los equipos al descanso y a la vuelta el espectáculo seguía estando asegurado.

Los locales tenían ahora mucho menos que perder que al inicio del encuentro y trataron de igualar el encuentro por todos los medios a pesar de que nada más arrancar el segundo acto probó fortuna Joao Félix con un disparo que no ocasionó problemas al arquero rival. Tras el tiro del portugués, Kristensen lo intentó en un córner, pero no consiguió nada, y luego Szoboszlai, que se plantó solo ante Oblak e, incomprensiblemente, el húngaro mandó fuera un balón que rozó el palo e hizo encogerse a los colchoneros.

Carrasco sentencia un triunfo ‘Hermoso’

Apretaban los locales, pero la falta de puntería era la asignatura pendiente. El Salzburgo era capaz de controlar el partido y generar ocasiones, pero entre la falta de calidad y el gran compromiso defensivo de los colchoneros, no eran capaces de meter en apuros a Oblak. Liderados por Szoboszlai, el futbolista al que ya quiere media Europa, no encontraban la forma de igualar el partido mientras los minutos pasaban y el Atlético se iba viendo en el bombo de octavos de final. Pasada la hora de juego Luis Suárez, que estuvo desaparecido, y Saúl abandonaron el terreno de juego para que Simeone metiese sangre fresca con Héctor Herrera y Ángel Correa.

El Atlético vencía 0-1 y le tocaba hacer a los colchoneros lo que mejor se le ha dado desde la llegada de El Diego colchonero: defender. Cierto es que este curso están jugando de una forma más vistosa, pero el Salzburgo no le permitía desarrollar esa nueva característica del fútbol cholista. El Atleti ya daba el paso de encerrarse y los austríacos no encontraban espacios, por lo que tenían que probar suerte desde fuera del área. En esos intentos, otro poste. Esta vez fue Mwepu el que se topó con la madera e hizo suspirar de alivio al combinado colchonero.

Diez minutos restaban y la cuenta atrás y pudo sentenciar Joao Félix con un disparo desde la media luna del área. Stankovic, de puños, negó el tanto del delantero portugués. El Salzburgo ya estaba roto, veía imposible la ardua tarea que seguían teniendo por delante y Carrasco terminó de matar el partido tras rematar un centro desde la banda derecha que puso Ángel Correa. El belga apareció rápido, como otro ilustre salzburgués como es Félix Baumgartner, el hombre que rompió la velocidad del sonido, para poner la tranquilidad en el bando visitante. 0-2 y el billete, que siempre cuesta más en cuanto se va acercando la Navidad, sacado para los octavos de final de la Champions League. Antes del pitido final tuvieron unos minutillos Torreira, Lodi y Lemar para hacer acto de presencia y, en el caso del francés, estar a un partido menos de convertirse en ‘leyenda’ colchonera.

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