Champions League: Salzburgo - Atlético de Madrid

El Atlético entra en el top 8 por la puerta grande

El equipo de Simeone deja resuelto en la primera parte su partido ante el Salzburgo

Acaba la fase de grupos con una racha de cinco victorias consecutivas

Primer gol de Giuliano en la Champions y doblete de Griezmann, a cinco tantos de los 200

Atlético
El Atlético de Madrid golea al Salzburgo.
Tomeu Maura

Al top 8 por la puerta grande…y con la ley del mínimo esfuerzo. El Atlético culmina la fase de grupos de la Champions con una racha de cinco victorias consecutivas que le permiten eludir los 16avos y le plantan directamente en octavos de final, donde además tendrá la ventaja de jugar la vuelta en el Metropolitano. La noche de Salzburgo con la que se despidió esta primera fase fue además un remanso de paz porque no fue necesario llegar ni al primer cuarto de hora para resolver el partido. Toca ahora ver los toros desde la barrera mientras a otros les esperan dos partidos extra. Todo un éxito teniendo en cuenta que al paso por la tercera jornada se habían perdido dos partidos y las sensaciones no eran precisamente positivas.

 

El Atlético se encontró enfrente con un enemigo despreocupado por la clasificación que se tomó su última noche de Champions con el objetivo de dejarle una buena impresión a la grada y que a cambio renunció a protegerse defensivamente. El resultado fue que el partido estaba casi resuelto a los doce minutos, cuando dos zarpazos al contragolpe dejaron casi en silencio el Red Bull Arena. Un sueño hecho realidad porque permitió ahorrar un combustible que será necesario cuando toque subir rampas mucho más empinadas.

En el 0-2 fue clave la participación de Giuliano Simeone, autor del primer gol tras un disparo cruzado y asistente del segundo tras ganarle en la carrera a Schlager, que abandonó los palos para ir a por un balón largo en una aventura condenada al fracaso que acabó con un remate a bocajarro de Griezmann. Mala suerte para el Salzburgo, que en la jugada previa al segundo tanto se había plantado solo ante Oblak, y una noche para el recuerdo para el Cholito, que se estrenó en la competición por clubes más importante del mundo casi 30 años después de que lo hubiera hecho su padre.

 

El resultado apaciguó al Atlético, que se dio por satisfecho y se tomó el partido de acuerdo a la ley del mínimo esfuerzo con el objetivo evidente de economizar esfuerzos. Todo un frenazo que por supuesto intentó aprovechar su enemigo, que dibujó sin éxito varios avances en el área española que no merecieron el premio que estaban buscando.

Muy al contrario, fue de nuevo Griezmann el que les dio la puntilla en la prolongación al culminar con un disparo cruzado un pase de Lino tras otra salida al contragolpe. 0-3, dos goles más para el francés, que se acerca a los 200 con la camiseta rojiblanca -le faltan cinco-, y una segunda parte de absoluto trámite por delante. El escenario que el Cholo había idealizado en la previa del partido.

 

Sin otra meta que dejar pasar el tiempo sin sobresaltos, el Atlético regresó muy calmado del vestuario y con el motor al ralentí. El Salzburgo volvió a intentarlo, pero de nuevo se quedó en tierra de nadie. Con Giuliano y Julián ya en el banquillo, Llorente marcó el cuarto tras rematar cruzado un pase de De Paul a los 62 minutos y ahí ya entregó las armas el equipo austríaco, que pudo recibir una goleada de escándalo en una recta final en la que incluso Lemar, al que Simeone regaló algunos minutos, tuvo la ocasión de marcar, aunque el que acabó obteniendo su premio fue por fin el Salzburgo, que en el descuento aprovechó un pase largo de Schlager para que el danés Daghim marcara un gol para el recuerdo.

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