A la altura de las leyendas: Fernando Alonso también es eterno en Le Mans
El piloto asturiano ganó la considerada mejor carrera del mundo en 2019 y es historia del circuito de la Sarthe
Fernando Alonso es historia de Le Mans. Se percibe desde el preciso momento en el que pones un pie en el circuito de la Sarthe, donde este sábado tendrá lugar la 92ª edición de la histórica carrera de 24 horas, la más importante del Mundial de Resistencia y considerada por muchos como la mejor del planeta. Sí, el piloto español, bicampeón de Fórmula 1 en 2005 y 2006, también reinó en el que durante esta semana es el centro neurálgico de Francia y la capital del motor.
Alonso tiene un altar, por llamarlo de alguna forma, en la Sarthe. No hay que caminar mucho al entrar al trazado para encontrar la primera imagen del asturiano. Antes del famoso túnel que une y separa las dos mitades del circuito, hay una enorme fotografía en la que el actual piloto de Aston Martin posa con Sebastien Buemi y Kazuki Nakujima delante del histórico Toyota número 8 celebrando la victoria.
Ese LMP1 híbrido, antes de la era actual de los HyperCar, dominó completamente durante un bienio en el que el hispano se acabó coronó como el rey de la WEC en 2019. Sin necesidad de hacer demasiada cola, en función de la hora del día, los más de 300.000 asistentes que se esperan para la prueba en Le Mans pueden visitar el santuario a Alonso en el museo del circuito francés.
Allí permanece el mono que Alonso vistió durante esos dos años, en los que retirado de la F1 lució con orgullo los colores de Toyota, junto a otra imagen de él alzando los brazos. Al lado, un texto enmarcado en el que se relatan las gloriosas aventuras de Alonso en Le Mans y encima su firma. Su estandarte figura junto a hitos del deporte de motor y pioneros de los actuales fabricantes como Enzo Ferrari o Walter Bentley. Fernando tiene tratamiento de leyenda en la Sarthe…
Fernando Alonso forma parte de las 24 horas de Le Mans
Siguiendo el recorrido que marca el museo, se hace un viaje generacional para llegar al mítico Toyota. En un repaso década por década de los coches ganadores de Le Mans, el vehículo nipón con el que Alonso ganó en su día es el último que se expone en este momento. La réplica es absolutamente idéntica al LMP1 con el que aquel 16 de junio de 2019 continuó escribiendo la historia del automovilismo español, un día en el que el otro coche de su equipo (#7), quedó segundo con Pechito López, Conway y Kobayashi.
Menos de dos años después, Alonso regresaría a su casa, Renault, para consumar su vuelta a la F1. El asturiano pilotó durante dos temporadas con Alpine, que se estrenaba en la categoría reina, y acabó marchándose tras una época realmente negra en su carrera deportiva en la que las artimañas de sus dirigentes y el trato de favor con su compañero, Esteban Ocon, colmaron su paciencia.
Tanto es así que el 1 agosto de 2022 firmó su primer contrato con Aston Martin y se unió a uno de los proyectos más esperanzadores del Gran Circo, con el que su año debut fue espectacular. Alonso subió ocho veces al podio y llegó a discutirle la victoria al líder supremo, Max Verstappen, en ciertos escenarios como Mónaco o Zandvoort.