Dubovsky, la magia eslava que se apagó hace 16 años

Dubovsky, la magia eslava que se apagó hace 16 años
Peter Dubovsky celebra junto a Raúl la liga ganada en 1995.

Decía Mario Benedetti que “después de todo, la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida”. Desgraciadamente, Peter Dubovsky no vivió todo lo que merecía, pero sí de forma intensa. El ex futbolista del Real Madrid y del Real Oviedo, considerado mejor jugador de la historia de Eslovaquia, falleció hace exactamente 16 años tras resbalar y despeñarse por unas cataratas durante sus vacaciones en Tailandia. Su llama se apagó la misma noche en la que se encendían las de San Juan, pero nadie ha olvidado su magia.

Hace tan sólo unos días, antes de disputar su partido contra Inglaterra en la Eurocopa, el actual capitán de Eslovaquia y del Nápoles, Marek Hamsik, dejó claro que la zurda de Dubovsky sigue clavada en la retina de todo el país: “Es una referencia para nosotros, nadie lo olvida”.

Con sólo 19 años debutó con la antigua selección de Checoslovaquia, con la que disputó 14 partidos hasta que en 1993 Eslovaquia se independizó. Su calidad lo hizo aterrizar en el Real Madrid a los 21 años y pese a su juventud fue titular en su primera temporada en el club blanco, aunque en posiciones mucho más retrasadas que a las que estaba habituado.

Zamorano, Amavisca, Butragueño y la irrupción de Raúl lo relegaron al banquillo el segundo año. El Madrid, con Valdano al timón, acabó ganando aquella liga, pero Dubovsky puso rumbo al Carlos Tartiere, donde jugó las últimas cinco temporadas de su carrera y de su vida.

Para los primeros millenials (los últimos apenas guardan recuerdos suyos gracias a los cromos de Panini) la noticia de su muerte supuso un auténtico shock. Para todo el fútbol, en general, y para el español y el eslovaco en particular, fue un mazazo, pero para los más jóvenes resultaba aún más extraño. El mismo Dubvosky con el que hacían magia en aquel mítico FIFA99 para PlayStation y al que veían por televisión cada domingo se había ido para siempre de un día para otro.

Dubovsky en su etapa en el Real Oviedo (Foto: GETTY).
Dubovsky en su etapa en el Real Oviedo (Foto: GETTY).

Su compañero en el club merengue Fernando Hierro, a quien el destino ha querido colocar como técnico del último club que pudo disfrutar de la zurda del eslovaco, se encontraba aquel día en la concentración de la Selección Española para la Eurocopa: «Era un buen amigo, un tipo que merecía la pena», lamentaba el nuevo entrenador carbayón. “Su figura permanece intacta en la memoria de los aficionados, que aún recuerdan su especial clase y su manera de ser”, ha recordado hoy el Real Oviedo en una nota oficial.

Cuando el crack eslavo se precipitó al vacío el fútbol se estremeció, pero ni en la capital de España ni en la del Principado han relegado a su ex jugador. Todo lo contrario. Y es que uno sólo muere cuando lo olvidan, por eso Dubovsky, como recuerdan quienes lo han convertido en leyenda, es eterno.

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