Todo el mundo usa un cepillo de dientes al poner la lavadora: el truco que necesitas en tu vida
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Poner la lavadora es una de las tareas del hogar más sencillas, pero a veces es complicado cuando una prenda tiene una mancha que no se quita o cuando la ropa no sale tan limpia como nos gustaría. Por suerte, estos problemas se pueden solucionar con algo tan simple como un cepillo de dientes.
Un truco para la lavadora que en las últimas semanas se ha hecho viral en redes sociales por lo fácil que es ponerlo en práctica y los bueno resultados que da. Lo único que necesitas es un cepillo de dientes viejo, el cual puedes utilizar de dos maneras diferentes.
El truco para la lavadora con un cepillo de dientes
El cepillo de dientes puedes utilizarlo de dos maneras diferentes: para quitar la mancha de la prenda previamente o para limpiar la lavadora.
Para quitar manchas de la ropa, una solución casera de vinagre y bicarbonato funciona a las mil maravillas. Simplemente tienes que mezclar ambos ingredientes hasta formar una pasta y frotar con el cepillo de dientes sobre la mancha. Luego, mete la prenda en la lavadora, ¡y quedará como nueva!
Por otro lado, es fundamental limpiar la lavadora con regularidad para evitar contaminación en la ropa, así como malos olores y pérdida de eficiencia del electrodoméstico. La acumulación de suciedad, moho y bacterias en las juntas del tambor puede causar malos olores en la ropa.
Para solucionar este problema, sumerge un cepillo de dientes en lejía y frota con fuerza las juntas de la lavadora. Es crucial utilizar un cepillo diferente al que se usa para quitar las manchas. Después, limpia los residuos de suciedad con un paño húmedo y bien escurrido. De esta manera, tu lavadora estará limpia y fresca, mejorando el olor de la ropa después de cada lavado.
Cómo limpiar la lavadora
Estos son los pasos a seguir para limpiar la lavadora por dentro:
- Antes de comenzar, asegúrate de que la goma de la lavadora no contiene objetos extraños como monedas o horquillas. Para limpiar el moho y la suciedad, humedece un trapo en lejía y frota la parte interior de la goma hasta eliminar las manchas.
- Limpia los filtros de la lavadora para evitar obstrucciones. Extrae el filtro, remójalo en agua con jabón o amoniaco líquido y limpia el área circundante con lejía si es necesario. Utiliza un cepillo de dientes viejo para llegar a las zonas menos accesibles.
- Extrae el cajetín de la lavadora y remójalo en una solución de vinagre blanco y agua caliente. Mientras está en remojo, limpia la superficie donde se ubica el cajetín con lejía. Limpia las piezas del cajetín con un cepillo de dientes viejo o esponja, eliminando cualquier residuo.
- Para finalizar, programa un ciclo de lavado a 60 ºC con la lavadora vacía. Vierte bicarbonato de sodio en el cajetín de detergente y añade vinagre blanco durante el proceso. Anula el centrifugado y deja que la lavadora se limpie sola.
Errores a evitar
En primer lugar, es esencial entender los símbolos y programas de la lavadora para ubicar correctamente el detergente y el suavizante según el programa seleccionado.
La separación de la ropa es clave. No solo debes diferenciar entre ropa blanca y de color, sino que también considera la temperatura recomendada de lavado, el tipo de tejido y el nivel de suciedad. Esto optimizará el lavado y prolongará la vida útil de tus prendas.
Ajusta la velocidad de centrifugado según el tipo de tejido para evitar daños. Asimismo, no te limites siempre al lavado en frío, ya que el agua fría puede no lavar eficientemente y dejar olores desagradables.
Antes de poner la lavadora, haz una revisión en los bolsillos de la ropa para evitar obstrucciones en el filtro y posibles daños al tambor. Este pequeño paso te puede ahorrar inconvenientes a largo plazo.
La lejía, por su naturaleza, es un producto de limpieza sumamente potente y debe emplearse con precaución en el cuidado de la ropa. Sin embargo, solo debes utilizarla en situaciones indispensables, como desinfectar tejidos o tratar manchas específicas que requieran blanqueo.
Cuida la lencería utilizando bolsas especiales y trata de no sobrecargar la lavadora. El exceso de detergente o suavizante puede ser perjudicial, así que sigue las recomendaciones de los fabricantes.
El mantenimiento regular de la lavadora es crucial. Limpia periódicamente el cajetín del detergente para evitar acumulaciones de residuos. Además, seca la goma de la puerta y déjala entreabierta para prevenir la formación de moho debido al exceso de humedad.
Finalmente, realiza un lavado previo a la ropa nueva antes de estrenarla para eliminar posibles residuos químicos. Dejar la ropa dentro de la lavadora durante mucho tiempo una vez ha finalizado el ciclo de lavado puede dar lugar a que adquiera un desagradable olor a humedad y se arrugue.
Con estas recomendaciones, optimizarás el rendimiento de tu lavadora y cuidarás mejor tus prendas.