Rasgos físicos

Test de personalidad viral: si tu cabeza tiene esta forma, puede que seas más inteligente que el resto

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Estatuas de cabezas. Foto: Pexels.

En los siglos XVIII y XIX, surgió la frenología, una disciplina que buscaba vincular las características del cráneo con aspectos de la personalidad y de la posibilidad de ser ‘más inteligente’. Esta aportó en su momento nociones clave al estudio moderno del cerebro, como la idea de que diferentes regiones del cerebro desempeñan funciones específicas.

La frenología postulaba que el tamaño y las protuberancias del cráneo podían revelar información sobre el carácter, las inclinaciones y las habilidades de una persona.

¿Qué dice la forma de tu cabeza según test viral? ¿Me hace más inteligente?

Para este antiguo test, que recientemente se volvió viral, una frente prominente era asociada con la capacidad intelectual, mientras que las protuberancias cercanas a las orejas indicaban, supuestamente, una predisposición a la agresividad.

A pesar de ser desacreditada hace décadas, sus conceptos resurgieron en actividades lúdicas como tests de personalidad.

Siguiendo la lógica de la frenología, algunas formas craneales se asocian con características específicas. Aunque estas afirmaciones carecen de base científica, han servido para alimentar debates y juegos actuales sobre inteligencia.

1. Cabeza amplia

Se atribuía a las personas con cráneos laterales marcados una especial habilidad para establecer relaciones interpersonales y un fuerte sentido de la lealtad.

2. Cabeza alta

Una cabeza más elevada en la parte superior indicaba, supuestamente, inclinaciones filosóficas o espirituales. Los frenólogos creían que reflejaba fuertes valores morales.

3. Cabeza alargada hacia atrás

Se decía que este tipo de cráneo era típico de personas determinadas y con gran capacidad de autoconservación frente a las dificultades.

4. Cabeza prominente en la frente

Según esta disciplina, un cráneo con una frente prominente estaba asociado a un razonamiento lógico superior y habilidades abstractas destacadas. Sin embargo, actualmente se sabe que la forma de la frente no tiene ninguna relación con ser más inteligente.

5. Cabeza con protuberancias frontales

La frenología atribuía a estas personas una especial inclinación hacia actividades artísticas y creativas, vinculándolas a disciplinas como la música, la escritura o el diseño.

6. Cabeza baja y plana en la parte superior

Se afirmaba que las personas con esta característica tenían un desinterés por lo espiritual y carecían de ambición por progresar en la vida.

7. Cabeza con protuberancias cerca de las orejas

Era considerada un signo de agresividad y tendencia a la confrontación. Este aspecto de la frenología fue duramente criticado, ya que contribuyó a justificar prejuicios y discriminaciones sociales.

¿Es válido relacionar la forma del cráneo con ser más inteligente?

La idea de que el tamaño o forma del cráneo determine el intelecto fue refutada científicamente hace décadas. La capacidad cognitiva está influida por múltiples factores, como la genética, la educación y las conexiones neuronales. Investigaciones modernas han demostrado que el tamaño del cerebro no guarda relación directa con la inteligencia.

Un estudio pionero en el siglo XX, liderado por Alice Lee, demostró que no existía correlación entre la capacidad craneal y las habilidades intelectuales.

En su investigación, midió cráneos de diferentes grupos, revelando que tanto hombres como mujeres con cráneos más pequeños podían tener trayectorias científicas destacadas.

Cómo los pasatiempos inciden en la agilidad mental

Aunque los tests basados en la frenología sean sólo un entretenimiento, los pasatiempos en general ofrecen beneficios para la mente. Actividades como resolver acertijos o participar en dinámicas visuales estimulan áreas del cerebro relacionadas con la memoria, la intuición y la concentración.

Beneficios comprobados de los pasatiempos:

  • Reducción del estrés: permiten desconectar del ritmo acelerado y liberar tensiones acumuladas.
  • Mejora de la concentración: al enfocarse en una tarea específica, se ejercita la atención plena.
  • Estimulación de la agilidad mental: resolver problemas refuerza la capacidad de improvisación y creatividad.
  • Adquisición de conocimiento: algunos juegos, además de entretener, enseñan nuevos conceptos y palabras.

Incorporar estos hábitos, aunque sea ocasionalmente, contribuye a mantener una mente activa y saludable.

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