Asturias

El sabio refrán asturiano que todos deberíamos aplicar en nuestra vida: una lección de vida

Refrán asturiano
Santuario de Covadonga en Asturias.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El asturiano, o bable, es una lengua con una profunda conexión con la historia y la cultura de Asturias. A pesar de ser una lengua que no tiene una presencia oficial en muchos ámbitos, sigue siendo hablada y apreciada por muchas familias en la región, especialmente en zonas rurales. A través del tiempo, el asturiano ha mantenido su vigencia en la vida cotidiana como un vehículo de sabiduría popular. En este contexto, hay un refrán asturiano cargado de sentido que es un reflejo de cómo esta lengua ha servido para enseñar lecciones de vida y valores universales.

Los refranes asturianos se caracterizan por su claridad, su sencillez y, sobre todo, por la profunda sabiduría que esconden. A menudo son una mezcla de humor y crítica, pero sobre todo son una invitación a reflexionar sobre la vida y las relaciones humanas. Aunque muchos de estos refranes pueden parecer simples, en realidad ofrecen enseñanzas que se pueden aplicar  tanto en el ámbito personal como en el social.

La lección de vida de este refrán asturiano

El asturiano es una lengua que ha resistido la prueba del tiempo, transmitida de generación en generación dese hace siglos. La riqueza de su cultura se refleja en refranes, dichos populares, canciones y cuentos que han sido parte del tejido social de la región. A pesar de la predominancia del castellano como lengua principal, el bable sigue desempeñando un papel importante en la identidad cultural de Asturias.

En los últimos años, ha crecido el interés por preservar y revitalizar el asturiano. Esto se debe, en parte, a los esfuerzos de diversas instituciones que fomentan su enseñanza, especialmente en las escuelas. El objetivo es que el asturiano no solo sobreviva como una lengua del pasado, sino que continúe siendo un símbolo de la identidad asturiana.

Uno de los refranes más conocidos y queridos en Asturias es «Al platu vendrás, arbeyu, si nun ye de xoven, será de vieyu». Traducido al castellano, podría interpretarse como «Al plato llegarás, guisante, si no es cuando joven, será cuando viejo». El guisante, o «arbeyu», simboliza la tenacidad y la inevitabilidad de las experiencias que uno tiene que enfrentar. Este refrán enseña que, aunque en la juventud se puedan evitar ciertas responsabilidades o enseñanzas, con el paso del tiempo la vida nos las traerá de una forma u otra, obligándonos a enfrentarlas, ya sea con la madurez o la experiencia. Es una invitación a aceptar el paso del tiempo y a aprender de cada etapa de la vida.

Otros refranes populares

Los refranes asturianos, llenos de sabiduría popular, transmiten enseñanzas sobre la vida cotidiana y las experiencias de la gente de la región. Uno de los más conocidos es «A perro flaco, todo son pulgas», que describe cómo, cuando una persona atraviesa una mala racha, los problemas parecen acumularse. Este refrán refleja la idea de que las dificultades no vienen solas, sino que tienden a multiplicarse cuando alguien está en una situación vulnerable.

Otro refrán popular, «Álabate boroña, que nun hay quien te coma», se refiere a las personas que constantemente presumen de sus virtudes o logros, intentando llamar la atención de los demás. Este dicho señala que este tipo de alabanza está a menudo relacionado con una necesidad de ocultar inseguridades o carencias personales.

«Al que quier bailar, pocu son y basta» es una expresión que resalta la determinación y la fuerza de voluntad de aquellos que persiguen una meta. Este refrán enseña que cuando alguien tiene un objetivo claro, no necesita grandes excusas o recursos para alcanzarlo; con poco esfuerzo puede lograrlo.

El refrán «¿Quién ye’l to hermanu? El vecín más cercanu» habla de la importancia de mantener buenas relaciones con los vecinos. Es un recordatorio de que, en muchos casos, el vecino cercano se convierte en una especie de familia, dispuesta a brindar apoyo cuando se necesita.

Por otro lado, «Agua corriente nun mata xente, agua parada bien pue matala» advierte sobre los peligros del agua estancada, que puede estar contaminada y ser peligrosa para la salud. Este dicho transmite la idea de que lo que está en movimiento es más seguro y saludable.

Finalmente, «A gochu gordu untai el rabu» critica la acumulación de riquezas por parte de quienes ya tienen más de lo que necesitan. Este refrán es una denuncia de la injusticia social y las desigualdades que existen entre las personas.

En definitiva, el asturiano, o bable, es un pilar fundamental de la identidad cultural de esta región del norte de España, una lengua que ha perdurado a lo largo de los siglos a través de la tradición oral, y este refrán es una gran lección de vida.  Precisamente, los refranes y expresiones asturianas no sólo conservan la lengua, sino que también transmiten sabiduría popular, lecciones de vida, enseñanzas y valores que continúan siendo relevantes en la actualidad.

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