Playas

Parece el Caribe pero esta playa de agua dulce está en España: aguas cristalinas y chiringuito al lado

Playa de agua dulce
Alcalá del Júcar.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando empieza a apretar el calor del verano, muchos buscan refugio en las costas españolas. Sin embargo, lejos del bullicio de las playas tradicionales, existen rincones que ofrecen una experiencia mucho más tranquila y auténtica. Entre valles, montañas y pueblos con siglos de historia, surgen alternativas refrescantes y sorprendentes, como esta playa de agua dulce rodeada de naturaleza virgen y un encanto rural difícil de igualar.

Se trata de La Playeta, situada en Alcalá del Júcar, en la provincia de Albacete. Una playa fluvial con aguas limpias y transparentes, rodeada de un paisaje que parece sacado de un cuento. Ideal para quienes buscan escapar del calor sin renunciar a la tranquilidad, la belleza y un toque de aventura. Un destino que lo tiene todo: historia, naturaleza y aguas cristalinas.

La playa de agua dulce más bonita de España

Alcalá del Júcar no sólo destaca por su pintoresca arquitectura o sus calles empedradas. Lo que realmente ha comenzado a atraer a viajeros de todo el país es su singular playa de agua dulce: La Playeta. A diferencia de las típicas zonas de baño en la costa, aquí el agua no viene del mar, sino del río Júcar, que atraviesa el municipio y forma en su recorrido una especie de piscina natural de aguas cristalinas poco profundas.

Éste pequeño oasis cuenta con todos los ingredientes para disfrutar de un día refrescante: una orilla donde tumbarse a tomar el sol, vegetación que aporta sombra natural, una atmósfera relajada y hasta una diminuta isla a la que se puede cruzar caminando. La presencia del antiguo castillo árabe, que se alza sobre las alturas, y un encantador puente medieval, añaden un toque histórico y romántico que lo convierte en un lugar verdaderamente especial.

Una de las principales ventajas de La Playeta es su accesibilidad y seguridad. Al tratarse de una zona de aguas tranquilas y poco profundidad es perfecta para familias con niños pequeños. Ellos pueden chapotear sin miedo mientras los adultos disfrutan del paisaje o descansan bajo la sombra de los árboles.

Pero no todo es calma y tranquilidad, ya que también se pueden practicar varias actividades acuáticas en los alrededores. El río Júcar permite practicar piragüismo, rafting o paddle surf. Estas opciones convierten a La Playeta en un destino ideal tanto para quienes buscan relax como para los amantes del deporte y la naturaleza.

Además, muy cerca de la zona de baño se encuentra un chiringuito donde se pueden degustar platos típicos de la región. Desde migas manchegas hasta calderetas, pasando por quesos artesanos y embutidos, es el lugar perfecto para reponer fuerzas tras una jornada al sol o incluso improvisar un picnic entre amigos.

Alcalá del Júcar

Más allá de su playa fluvial, Alcalá del Júcar es una localidad que parece detenida en el tiempo. Su estructura urbanística es absolutamente única: un conjunto de casas blancas que trepan la ladera en forma de anfiteatro natural, muchas de ellas excavadas directamente en la montaña. Ésta peculiar disposición no sólo la convierte en una estampa inolvidable, sino que también ofrece rincones llenos de historia y tradición.

Entre las joyas imprescindibles se encuentran las famosas casas-cueva. Algunas están habitadas, pero muchas otras han sido adaptadas para ser visitadas. La Cueva del Diablo es probablemente la más conocida: una vivienda excavada en la roca que, además de contar con unas vistas espectaculares al valle, alberga un pequeño bar donde refrescarse con una bebida mientras se disfruta de una atmósfera única.

La Iglesia de San Andrés es otra visita clave en el municipio. De arquitectura sobria y elegancia sencilla, fue construida entre los siglos XVI y XVIII y destaca por su estructura escalonada, que se adapta perfectamente al terreno irregular del pueblo. Junto a ella, el Puente Romano (aunque su origen es posterior) conecta las dos zonas de Alcalá y regala postales inolvidables del río, el castillo y las casas colgantes.

Para los amantes de la naturaleza, la Ruta del Agua es una de las mejores formas de conocer el entorno de Alcalá del Júcar. Se trata de un sendero circular de unos seis kilómetros que discurre paralelo al río y permite descubrir el paisaje desde diferentes perspectivas. Hay tramos completamente rodeados de vegetación, pequeñas cascadas, y rincones ideales para detenerse, respirar hondo y dejarse envolver por la tranquilidad del lugar.

La Playeta de Alcalá del Júcar se está convirtiendo en uno de los destinos fluviales más visitados de Castilla-La Mancha. Y no es para menos. Su combinación de historia, agua cristalina, aventura y tranquilidad la convierte en una opción perfecta para todo tipo de viajeros.

Ya sea para una escapada de fin de semana, un día diferente lejos del mar o unas vacaciones en plena naturaleza, éste pequeño rincón del interior de España demuestra que no hace falta ir muy lejos para encontrar un paraíso de aguas cristalinas.

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