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Olvídate del pan integral: este es el único saludable que de verdad recomiendan los expertos

Olvídate del pan integral: este es el único saludable que de verdad recomiendan los expertos
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

El pan integral se ha convertido en una opción más saludable que el blanco que en breve quedará desbancado por otro pan más deseado que recomiendan los expertos. La alimentación ha cambiado mucho en los últimos tiempos y esto hace que estemos siempre pendientes de las novedades que pueden ofrecernos una salud de hierro. Somos lo que comemos y eso es algo que debemos empezar a tener en consideración en estos días que tenemos por delante. Sobre todo, ante algunas novedades que pueden acabar siendo las que marcarán la diferencia.

Estamos ante una opción que sin duda alguna debemos tener en consideración y que nos transporta a hace unos años atrás. Cuando el pan era pan y sabía a pan. Las panaderías eran el único lugar donde alguien podía comprar pan y en ellas nos pasamos la mañana esperando ese pan recién hecho que era un auténtico manjar. También era un ingrediente que solía durar más y eso quiere decir que podríamos disfrutar de una forma nunca vista. De la mano de determinadas novedades que acabarán siendo las que marcarán un antes y un después. Este pan es el mejor de todos ellos.

El pan integral tiene los días contados

Antes que nada, debes tener en cuenta que el pan integral nos ofrece esa dosis de fibra que quizás necesitamos. Eso sí, siempre que sea hecho 100% con harina integral, algo que debes comprobar o preguntar. Hay muchos panes integrales que en el mejor de los casos incluyen la mitad de la harina integral y la otra refinada.

Con lo cual, las propiedades que esperaríamos del pan convencional, casi que desaparecen por momentos. Es importante descubrir qué alimentos acabarán siendo los que marcarán estas jornadas que tenemos por delante y que quizás debemos empezar a tener en consideración.

Queremos tener energía, comer bien y, sobre todo, estar saludables, algo que conseguiremos en mayor o menor medida gracias a unos alimentos cuya importancia hemos empezado a descubrir en estos últimos tiempos. Estamos ante una serie de novedades que pueden ser claves y que quizás hasta la fecha no hubiéremos tenido en cuenta.

Es hora de aprovechar al máximo un tipo de pan que se ha convertido en el mejor aliado de una combinación de sabores y de texturas, de unas jornadas en las que el bocadillo es nuestro mejor aliado y ahora pueden ser más saludables.

Este es el pan más saludable que recomiendan los expertos

Los expertos en alimentos no dudan en recomendar un tipo de pan que se ha convertido en el mejor aliado de una mezcla de sabores y de texturas espectaculares. Lo que necesitamos es poner en práctica la sabiduría de nuestros abuelos, que sí que comían pan de verdad.

Antes de que la levadura se popularizara, la masa madre era la única forma de hacer pan que se servía de unos fermentos naturales que tenían vida y nos aportaban vida. Es un tipo de pan que en aquellos tiempos y si hacemos memoria, duraba mucho más que ahora, no sólo unas horas, sino que días estaba en perfectas condiciones.

Leon The Baker nos explica que: «La manera más sencilla de hacer un buen pan casero con masa madre es utilizar un trozo de masa de la hornada anterior en la elaboración. Este trozo de masa se denomina de distintas maneras: masa madre, cucharón, pie de masa, prefermento, etc. Como en casa no hacemos pan frecuentemente, no siempre tenemos masa, por eso podemos crear un fermento de levadura con antelación. Este fermento proporcionará aroma y sabor al pan. Hacerlo es muy fácil, aunque lo recomendable es contar con algo de tiempo y dejar el fermento al menos 3-4 horas; si son más, mucho mejor (por ejemplo, podemos prepararlo por la tarde y dejamos reposar toda la noche). Tendrás que ir reduciendo la cantidad de levadura de manera proporcional. El resultado varía según la temperatura, pero para una temperatura ambiente intermedia de unos 20-22º C, puedes seguir estas indicaciones: Para 100 g de harina: 3-4 horas: 1,5 g de levadura 8 horas: 0,5 g de levadura 12 horas: 0,1 g de levadura Así, si, por ejemplo, preparas un fermento con unas 8 horas de antelación, tendrás que mezclar 200 g de harina, 100 g de agua y 1 g de levadura. También puedes utilizar la nevera para que el fermento aguante más tiempo. En ese caso, emplea un 1-1,5% de levadura sobre el peso de harina, mézclalo e introdúcelo al frigorífico. Al meter la masa estará a temperatura ambiente, así que las levaduras la fermentarán durante los primeros momentos y, al día siguiente, estará lista. La ventaja de contar con la nevera es que te permitirá tener la masa hasta 4 días y preparar el pan cuando quieras».

Siguiendo con la misma explicación: «Lo primero que debes saber es que las masas madre pueden elaborarse de diversas formas. Cada masa madre es diferente, ya que el resultado varía según la proporción de ingredientes. Además, cada una contendrá una determinada cantidad de levaduras y bacterias ácido-lácticas (BAL) que aportan al pan características diferenciadoras. Al añadir BAL a la masa panaria, los atributos relacionados con la vida útil y las características organolépticas (sabor, aroma y textura) mejoran en gran medida. Además, las bacterias ácido-lácticas incrementan el poder acidificante, favoreciendo así la degradación del gluten y ampliando la absorción de nutrientes. Más allá de las diferencias, lo que tienen en común todas las masas madre es la presencia inicial de agentes fermentantes que produzcan suficiente cantidad de CO2 (responsable del crecimiento de la masa), EPS (que influyen en el volumen y la ternura de la miga) y otros metabolitos, como ácidos orgánicos».

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