Esto es lo que no debes hacer si vas a reformar tu baño: estás tirando el dinero
El baño, a menudo, no recibe la misma atención que otros espacios al planificar o diseñar una casa. Sin embargo, es una estancia crucial y su distribución es fundamental. Si quieres reformar tu baño, es esencial evitar ciertos errores para lograr un resultado satisfactorio en términos de funcionalidad y estética.
No prestar atención a la distribución
El diseño de un baño no solo se centra en la posición de los desagües, sino también en la disposición de los sanitarios para mejorar la estética y la comodidad. Es crucial considerar la seguridad, accesibilidad y comodidad al renovar esta estancia. Tómate el tiempo que necesites para pensar en la ubicación de elementos principales como el inodoro o la ducha.
Partir siempre de cero
Si la estructura base del baño es sólida, a menudo no es necesario iniciar la reforma desde cero. En muchos casos, los azulejos de las paredes y el suelo están en buenas condiciones y no requieren ser reemplazados. Una alternativa rentable y eficaz es considerar opciones como pintarlos con pinturas especiales o revestirlos con láminas vinílicas que imiten otros materiales. Esta opción no solo brinda resultados satisfactorios sino que también te permite ahorrar tiempo y dinero en el proceso de renovación.
Escoger erróneamente los materiales
En la selección de materiales para el baño, es fundamental considerar no solo la calidad, el coste y el aspecto estético, sino también su idoneidad para resistir los altos niveles de humedad característicos de este espacio. El granito, el mármol y los azulejos son las mejores opciones debido a su resistencia y durabilidad frente a la humedad. Sin embargo, algunos materiales como la madera también pueden ser adecuados si se aplican tratamientos antihumedad. Otra posibilidad es optar por materiales sintéticos que imitan su apariencia.
No planificar el almacenamiento
Antes de empezar la reforma del baño, debes pensar qué objetos vas a guardar en esta estancia y cuántas personas lo van a utilizar. A veces, aunque ciertos muebles auxiliares puedan resultar atractivos en la decoración, podrían no satisfacer tus necesidades reales. Podrían resultar demasiado pequeños para almacenar todo lo necesario o, por el contrario, demasiado grandes y propensos a convertirse en un cajón desordenado para artículos que no vas a usar.
Recargar la decoración
La decoración y disposición del baño pueden influir en cómo se percibe el espacio, haciéndolo parecer más amplio o más reducido. Para evitar que el baño luzca agobiante, evita muebles voluminosos, colores oscuros o una decoración recargada, especialmente si el baño es pequeño.
Elegir una mala iluminación
Un baño bien iluminado no solo es funcional, sino que también realza su aspecto decorativo. Una estrategia eficaz es utilizar una iluminación general con focos empotrados, regletas o plafones, complementada con apliques y lámparas estratégicamente ubicados. Los armarios y espejos con iluminación integrada pueden añadir un toque muy especial al diseño del baño.
Descuidar el tamaño y la altura del lavabo
A menudo, al elegir un lavabo, nos dejamos llevar por su apariencia estética, pero su funcionalidad es igual de importante. Un lavabo demasiado pequeño puede provocar salpicaduras al lavarse la cara. Además, es fundamental que el tamaño del grifo sea proporcional al del lavabo y se encuentre bien centrado para un uso práctico y eficiente.
Pasar por alto el amplio abanico de colores
Además del blanco, asociado con la higiene y la limpieza, existen varios colores que pueden transformar la atmósfera de un baño. El verde o el gris brindan un ambiente natural y elegante; el rosa pálido o el verde salvia crean una sensación de calma y serenidad; y el amarillo mostaza o el azul petróleo añaden un toque moderno y lleno de carácter. Estos tonos se pueden aplicar en las paredes o reservarse para los muebles y accesorios.