Trucos de limpieza

Ni vinagre ni bicarbonato: el increíble truco para eliminar el olor a sudor permanente de la ropa blanca

Camiseta, sudor, manchas, trucos de limpieza
Camiseta con manchas de sudor.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Hay pocas cosas tan molestas como una camiseta blanca que, por más limpia que parezca, sigue oliendo a sudor. Da rabia, sobre todo si es una prenda que te gusta y que creías impecable. El sudor es natural, sí, pero eso no significa que haya que convivir con su olor.

Es un líquido transparente, salado, que segregamos para mantener la temperatura del cuerpo bajo control. Pero una vez que se seca en la tela, especialmente en las axilas, se convierte en un huésped persistente y muy desagradable.

No importa cuánto suavizante uses o cuántas veces la metas en la lavadora, hay prendas que se resisten a oler a limpio. Por suerte, hay una solución eficaz, sencilla y bastante directa: el cloro. Pero claro, hay que saber usarlo.

El truco para eliminar el olor de sudor en la ropa blanca

Aunque muchos apuestan por el bicarbonato o el vinagre, la verdad es que nada funciona tan bien como el cloro para eliminar ese olor ácido y pegajoso que se instala en las fibras de la ropa blanca. Eso sí, hay reglas. Si las ignorás, podés terminar arruinando tu prenda favorita.

El truco está en diluirlo bien. Nada de echarlo directo sobre la tela. Lo ideal es mezclar un chorrito de cloro en un balde con bastante agua fría. Sumerge la prenda durante un par de horas. Después, lavala como hacés siempre. Si quieres ir más rápido, puedes usar la lavadora: pon el cloro en el dosificador, siempre separado del detergente, y asegurate de que sólo haya ropa blanca en ese lavado.

Este método no sólo elimina el olor, también borra las manchas amarillentas que suelen aparecer en la zona de las axilas. Es un recurso poderoso y barato, pero como todo lo potente, necesita cuidado.

¿Cómo usar el cloro sin dañar tu ropa?

El cloro, mal usado, puede ser un desastre. No distingue entre una mancha y una fibra delicada. Si te pasas con la cantidad o con el tiempo de exposición, lo más probable es que termines con una prenda quebradiza, con tonos grisáceos o, peor, manchas que ya no se van a ir jamás.

  1. Lo primero es respetar las proporciones: una parte de cloro por cada cinco o seis de agua es suficiente. Nunca lo apliques puro.
  2. No dejes la prenda en remojo más de tres horas.
  3. Enjuaga bien antes de pasar al lavado con detergente. Es la única manera de frenar el efecto del cloro y evitar que siga actuando sobre la tela.

Un detalle muy importante es hacer una prueba de color en un pedazo poco visible. Algunas telas blancas no son tan blancas como parecen, y pueden reaccionar mal.

Puede que no haga falta mencionarlo, pero por si acaso, ni se te ocurra usarlo en ropa de color, lana, seda o tejidos elásticos. En esos casos, lo mejor es usar peróxido de hidrógeno o bicarbonato con unas gotas de limón. Son menos agresivos.

Para mantener la ropa blanca fresca y libre de malos olores, también es importante tener en cuenta algunos hábitos de cuidado. Evita dejar la ropa mojada por mucho tiempo en el cesto de la ropa, ya que el sudor puede penetrar más en las fibras y ser más difícil de eliminar luego.

Además, trata de secar siempre la ropa blanca al aire libre, preferiblemente al sol. El sol no sólo ayuda a blanquear naturalmente, sino que también elimina bacterias y desinfecta la tela, previniendo que el mal olor se fije en la prenda.

Lo último en Curiosidades

Últimas noticias