La extraña relación que une Cantabria y Sevilla tiene su origen en la Torre de Oro

Cantabria y Sevilla tienen una extraña relación que tiene su origen en la Torre de Oro, un elemento que se ha convertido en todo un icono. Hay varios puntos de España que acaparan la atención de los españoles y los turistas, quizás uno de los más llamativos que tenemos incorporado en nuestro día a día es la Torre de Oro.

Un elemento que está relacionado con un punto de Cantabria que quizás nunca hubiéramos imaginado. Conocer un poco más la historia de España, nos lanza directamente a conectar varias partes de nuestro país con ella. Esta es la relación entre Cantabria y Sevilla.

La Torre de Oro de Sevilla es un monumento único

Uno de los lugares más emblemáticos de España es la Torre del Oro de Sevilla, hemos visto este elemento en las monedas. Siendo uno de los iconos que se han convertido en una torre que aparece en el imaginario popular hoy en día. Quizás uno de los más visitados de una ciudad que nos encantará.

Viajar por España es una realidad, especialmente cuando descubrimos monumentos históricos como este. Por lo que necesitamos hacernos con un tipo de viaje que nos ayudará a ahorrar y dará más euros a la economía nacional. Ver Sevilla desde otra perspectiva es conocer un poco mejor nuestro día a día.

Sevilla es quizás una de las ciudades que mejor se adapta a lo que necesitamos con algunos elementos que han acabado siendo lo que marcan estos viajes. Podrás descubrir un poco más la historia de España, pero también descubrir unos monumentos que son iconos. Reflejan un pasado al que nos podemos trasladar fácilmente.

Recorrer los puntos más emblemáticos de Sevilla es algo que conseguiremos de la mano de una ciudad que lo tiene todo y más para poder enamorarnos. Toda Andalucía es un destino espectacular, pero Sevilla tiene una serie de puntos clave que la han convertido en la capital de las escapadas por este lugar.

Será el momento de empezar a prepararnos para recorrer España, conectando dos puntos que inicialmente quizás nunca hubiéramos imaginado. De Sevilla hasta un pueblo de Cantabria hay una gran distancia que quizás acabemos descubriendo de la mano de un viaje un tanto especial por el territorio. Esta es la conexión entre la Torre de Oro de Sevilla que une Cantabria.

La Torre de Oro de Sevilla y Cantabria guardan una extraña relación

La Torre de Oro es una torre albarrana que se alzó al margen oriental del río Guadalquivir que recorre Sevilla. Su construcción data de 1220 y 1221, si bien es cierto que una parte fue construida en época de Pedro I a mediados del siglo XIV, además de sufrir una tercera reconstrucción en1760.

La última vez que se restauró fue en 2005, ya que desde 1944 es la sede del Museo Naval de Sevilla que depende de la Armada. Por lo que recibe visitantes que admiran este lugar que ha acabado siendo un emblema de Sevilla y de toda España. Esta Torre de Oro aparece reflejada más allá de una moneda, sino que es parte de una bandera que se sitúa en la otra parte del país.

Los escudos de Santander y Laredo tienen la Torre de Oro en ellos, algo que quizás sorprenda, pero tiene una curiosa relación que quizás nunca hubieras imaginado. El curioso motivo es que durante la reconquista de Sevilla en época de Fernando III los marineros cántabros jugaron un papel fundamental.

Gracias a estos marineros que ayudaron al rey a recuperar la ciudad, Sevilla dejó de estar bajo el dominio musulmán, para convertirse en un referente. A la vuelta a sus respectivos territorios se incorporó la Torre de Oro a las banderas como símbolo de la fortaleza de todo un territorio que fue capaz de acabar con el dominio musulmán que durante siglos había afectado a esta zona del país.

Por ese motivo, Santander y también Laredo se han convertido en todo un referente en este episodio histórico que afecta a la reconquista. La conexión entre ambos territorios se gestó en ese momento de la historia de España que unió todo el territorio en un objetivo común. La reconquista hizo que muchos puntos del país se relacionarán, dada la necesidad de soldados que podían llegar de cualquier parte del territorio.

Algunos de ellos se quedaron a las zonas conquistadas, por lo que además de proporcionarles ese nexo cultural es la culpable de que algunos apellidos o familias se expandieran por el territorio. Unos años en los que todo era posible, especialmente cuando estamos ante un conflicto que supuso la recuperación del control del territorio español en manos de la corona y del cristianismo después de siglos de dominio musulmán, especialmente en el sur del país.