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Casi nadie se acuerda pero el peor accidente de avión de la historia pasó en España

Accidente de avión
Accidente de Los Rodeos.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El accidente de avión los Rodeos, que tuvo lugar el 27 de marzo de 1977 en el municipio de San Cristóbal de La Laguna, al norte de Tenerife, es el desastre más mortífero en la historia de la aviación comercial. En ese fatídico día, dos aviones, un Boeing 747 de KLM y otro de Pan Am, colisionaron en la pista del Aeropuerto Los Rodeos,  provocando la muerte de 583 personas. Este accidente no sólo dejó una huella imborrable en la historia de la aviación, sino que también marcó el inicio de cambios fundamentales en los procedimientos de seguridad aérea a nivel global.

El accidente fue producto de una combinación de factores humanos, errores de comunicación y condiciones meteorológicas adversas. En primer lugar, la causa principal de la tragedia fue la densa niebla que envolvía la pista, lo que redujo enormemente la visibilidad y dificultó las maniobras de los aviones y la comunicación entre la torre de control y las tripulaciones. Pero, más allá de la niebla, hubo varios errores que contribuyeron a la magnitud del desastre.

El peor accidente de avión de la historia

Para comprender o sucedido, es necesario analizar las circunstancias que llevaron a este trágico evento. En 1977, el Aeropuerto de Los Rodeos era un aeropuerto pequeño y no estaba preparado para recibir la cantidad de tráfico aéreo que se desvió hacia allí aquel día. La razón de este desvío fue un atentado terrorista en el Aeropuerto de Gran Canaria, que había causado daños en las instalaciones. Como medida de seguridad, todos los vuelos que tenían como destino Gran Canaria fueron redirigidos hacia Tenerife, lo que provocó una congestión sin precedentes en Los Rodeos.

Ese día, dos aviones gigantescos, el Boeing 747 de KLM y el de Pan Am aterrizaron en Tenerife en circunstancias excepcionales. Los pasajeros del vuelo de KLM fueron autorizados a bajar del avión para esperar una actualización sobre su destino, mientras que los pasajeros de Pan Am no tuvieron esa oportunidad, lo que provocó una serie de tensiones en el aeropuerto. Además, la falta de organización y la sobrecarga de vuelos en un aeropuerto que normalmente manejaba mucho menos tráfico contribuyeron a la confusión generalizada.

Uno de los factores determinantes que contribuyó al accidente de avión fue la serie de errores humanos cometidos por las tripulaciones de los aviones y la torre de control. El vuelo 4805 de KLM estaba en la pista y ya había recibido autorización para iniciar la maniobra de despegue. Sin embargo, la torre de control había emitido una orden de «standby» (esperar) y no una autorización clara para el despegue, pero el capitán del avión de KLM, debido a una mala interpretación de la comunicación, pensó que tenía la luz verde para proceder.

Al mismo tiempo, el avión de Pan Am estaba rodando por la pista en dirección contraria al avión de KLM. Debido a la niebla densa, las tripulaciones de ambos aviones no pudieron ver al otro avión a tiempo para evitar la colisión. La falta de visibilidad, sumada a la confusión sobre las instrucciones dadas por la torre de control, hizo que las dos aeronaves compartieran la misma pista de despegue.

El piloto del avión de KLM, al darse cuenta de que la aeronave de Pan Am estaba en su camino, intentó elevar su avión para evitar el impacto. Sin embargo, el avión de Pan Am no pudo abandonar la pista a tiempo y la colisión fue inevitable. La explosión resultante acabó con la vida de todos los ocupantes del vuelo de KLM, mientras que, aunque algunos pasajeros de Pan Am sobrevivieron inicialmente, la mayoría pereció debido a las graves heridas o por las llamas que envolvieron el avión poco después del impacto.

Cambios en la aviación

Tras el accidente de avión Los Rodeos, la comunidad internacional de aviación adoptó una serie de medidas de seguridad para evitar que tragedias similares se repitieran. Uno de los cambios más importantes fue la estandarización del lenguaje utilizado en las comunicaciones entre los pilotos y los controladores aéreos. En este sentido, se introdujo el inglés como idioma oficial en todas las comunicaciones, ya que se comprobó que las barreras idiomáticas y la ambigüedad en las instrucciones fueron factores clave en el desastre.

Además, se implementaron protocolos más estrictos en cuanto a la verificación de las autorizaciones de despegue y las maniobras en las pistas. Las autoridades de aviación adoptaron un enfoque mucho más riguroso para garantizar que los aviones no pudieran despegar sin una autorización clara y precisa de la torre de control. También se introdujeron mejoras en los sistemas de radar y comunicación, lo que permitió una mejor supervisión de las aeronaves y una mayor capacidad de reacción ante situaciones imprevistas.

El accidente de Los Rodeos, ocurrido el 27 de marzo de 1977, sigue siendo el peor desastre aéreo de la historia, con 583 víctimas. Aunque resultó de errores humanos, mejoró significativamente la seguridad aérea.

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