Adiós a tu ropa favorita: los 3 errores más comunes al poner la lavadora

Hacer la colada es una tarea cotidiana que, a pesar de su aparente simplicidad, se puede convertir en un desafío si no se tienen en cuenta ciertos aspectos. Hay algunos errores que pueden llevar a resultados desastrosos, desde prendas desteñidas hasta daños irreparables en tejidos delicados, y esto es precisamente lo que hay que evitar. Así, es fundamental comprender los aspectos clave para poner la lavadora, como por ejemplo la cantidad recomendada de detergente o cuál es el ciclo de lavado más adecuado para cada prenda.

No se trata sólo de seguir instrucciones; es necesario prestar atención a los detalles y adoptar hábitos que garanticen que nuestra ropa no sólo se lave adecuadamente, sino que también se conserve en perfecto estado a lo largo del tiempo. Así, evitaremos el triste destino de despedirse de esas prendas que tanto apreciamos.

No cometas estos errores al poner la lavadora

Uno de los errores más habituales es cargar la lavadora en exceso, lo que afecta su funcionamiento y la limpieza de las prendas. Otro error frecuente es reducir el tiempo de lavado o no usar el programa adecuado, lo que puede obligar a lavar la ropa nuevamente.

En lo que respecta a la limpieza de la lavadora, aunque la frecuencia varía, es recomendable revisar los filtros, las gomas y el cajetín del detergente de manera periódica. Esto ayuda a prevenir malos olores y asegura que la ropa salga limpia. En hogares donde se pone la lavadora con frecuencia, el interior tiende a mantenerse más limpio, pero no se debe descuidar la limpieza para evitar acumulación de residuos o restos de detergente.

 

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Limpiar la lavadora es esencial para que funcione correctamente y que la ropa salga realmente limpia y sin olores desagradables.

Lo primero y más importante es la limpieza del tambor. Con el tiempo, este componente puede acumular residuos de detergente, cal y suciedad. Se recomienda realizar un ciclo de lavado vacío cada uno o dos meses, utilizando vinagre blanco o bicarbonato de sodio. El vinagre ayuda a desinfectar y eliminar malos olores, mientras que el bicarbonato actúa como un abrasivo suave. Este proceso se debe hacer sin ropa, para asegurar una limpieza a fondo.

Por otro lado, el cajetín del detergente también hay que limpiarlo con regularidad. Este espacio puede acumular restos que afecten la calidad del lavado. Para ello, se debe extraer y enjuagar bajo agua caliente, utilizando un cepillo para eliminar la suciedad. También es importante limpiar el compartimento del cajetín en la lavadora. Realizar esta limpieza al menos una vez al mes ayuda a prevenir la acumulación de residuos.

Asimismo, las gomas de la puerta son propensas a acumular moho y suciedad con el paso del tiempo. Se recomienda revisar y limpiar estas gomas con vinagre o agua jabonosa, prestando especial atención a las áreas ocultas. Dejar la puerta abierta tras cada lavado permite que la humedad se evapore, evitando el crecimiento de moho.

Finalmente, la limpieza del filtro es esencial para prevenir problemas de drenaje. Este filtro se debe limpiar cada dos o tres meses y, para hacerlo, se debe retirar y enjuagar bajo el grifo. Siguiendo estos consejos, es posible mantener la lavadora en condiciones óptimas, garantizando resultados eficaces y prolongando su vida útil.

Consejos para hacer la colada

A la hora de hacer la colada, es fundamental clasificar la ropa según su color y tipo de tejido. Las prendas de color hay que lavarlas con otras de tonos similares, mientras que la ropa blanca se debe separar para evitar manchas. Asimismo, la ropa deportiva y los tejidos delicados requieren ciclos de lavado específicos y, en el caso de prendas íntimas, es recomendable usar una bolsa de red.

El segundo paso consiste en tratar las manchas más difíciles antes de meter las prendas en la lavadora. Aplicar un quitamanchas adecuado puede ayudar a eliminar manchas de sangre, vino o aceite de forma efectiva.

A continuación, es importante saber dónde colocar el detergente. La mayoría de las lavadoras tienen compartimentos específicos. El primero es para un prelavado, el segundo para el detergente principal y el tercero, que suele tener el símbolo de una flor, es para el suavizante.

Finalmente, elegir el ciclo de lavado correcto es crucial. Consultar las etiquetas de las prendas permite seleccionar el programa más adecuado, lo que evita daños y asegura que la ropa salga fresca. Al finalizar el ciclo de lavado, es esencial sacar la ropa de inmediato para prevenir malos olores, así como mantener la puerta de la lavadora abierta para que el interior se seque correctamente.

En definitiva, al ser conscientes de los errores comunes al usar la lavadora, podemos prolongar la vida de nuestras prendas favoritas y garantizar resultados óptimos en cada colada.