Adiós a las mamparas de ducha: soy arquitecta y este es el sustituto que ya ha llegado a España
Las duchas walk-in, entre los sustitutos para las mamparas de ducha de siempre
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Durante mucho tiempo, las mamparas de ducha parecían el toque moderno que todo baño debía tener. Sustituyeron a las bañeras y cortinas de toda la vida y nos hicieron creer que esa era la versión más práctica y elegante posible. Pero las modas cambian, y los baños también. Hoy lo que se busca es justo lo contrario: espacios abiertos, sin barreras, llenos de luz y con el menor mantenimiento posible.
Cada vez más arquitectos y decoradores coinciden en lo mismo: hay que dejar respirar al baño. Eliminar perfiles, puertas y cierres innecesarios no sólo da una sensación de amplitud, también aporta calma visual. La arquitecta Belén García lo explica con claridad: «Las mamparas de ducha tradicionales están siendo reemplazadas por soluciones mucho más prácticas y estéticas». Y entre ellas está por ejemplo, la apuesta por el vidrio, los materiales continuos y los diseños sin obstáculos. Así, lo que antes parecía impensable se está convirtiendo en tendencia: duchas abiertas, cómodas y visualmente impecables que cambian por completo la forma de entender el baño.
Adiós a las mamparas de duchas: éste es el sustituto
Una de las primeras soluciones o alternativas a las mamparas de ducha que proponen expertos como Belén García son los paneles fijos de vidrio que se han convertido en la opción favorita de quienes buscan un baño moderno y despejado. Su principal ventaja es la ligereza visual: al no tener puertas ni bisagras, el espacio se percibe mucho más amplio y ordenado. Además, son fáciles de limpiar y apenas requieren mantenimiento.
La arquitecta explica que este tipo de instalación puede colocarse directamente sobre el suelo o sobre un pequeño murete que actúe como separador. La sensación de continuidad que se consigue es total, y, aunque parezca lo contrario, cumplen perfectamente su función: el agua no se sale de la zona de ducha. En baños pequeños, el cambio es inmediato: más luz, más amplitud y un ambiente más relajante.
Divisiones sólidas: privacidad sin complicaciones
Otra opción que cada vez se ve más en los baños son las divisiones sólidas, es decir, pequeños tabiques que separan la ducha sin cerrarla del todo. No se trata de levantar un muro, sino de crear una separación ligera, con materiales resistentes y colores claros que mantengan la amplitud del espacio y eviten las estructuras metálicas o las puertas de siempre.
Según García, la clave está en el equilibrio, por lo que aconseja estudiar bien las proporciones del baño y dejar un acceso cómodo para evitar salpicaduras. Además, este tipo de soluciones favorece la ventilación y evita que la humedad se acumule.
Mamparas con carácter: cuando el diseño marca la diferencia
Hay quien no está del todo preparado para quitar la mampara, y es comprensible. En ese caso, la solución no pasa por ocultarla, sino por aprovecharla como parte del diseño. Ahora la tendencia es justo esa: dejar que se vea. Un vidrio con textura, un marco en negro mate o un perfil metálico tipo industrial pueden darle carácter al baño sin restarle ligereza. A veces, basta con ese detalle para transformar el espacio por completo.
Y si no sabes qué elegir, los expertos explican que los vidrios translúcidos o ligeramente ahumados ayudan a suavizar el conjunto, mientras que los perfiles finos con líneas limpias aportan un aire moderno sin recargar el baño.
Duchas walk-in: el concepto más libre y actual
Por último, están las duchas walk-in que de alguna manera son la gran revolución. Se trata de duchas abiertas, sin puertas ni obstáculos, donde el suelo continúa de forma natural y el agua queda perfectamente controlada gracias a una ligera inclinación o un canal de drenaje. Son cómodas, fáciles de limpiar y aportan una sensación de amplitud que cambia por completo la percepción del baño.
En estas duchas, los materiales marcan la diferencia. Los suelos continuos, los azulejos grandes o los acabados en microcemento hacen que todo fluya sin cortes ni juntas que rompan la vista. El resultado es limpio, moderno y fácil de mantener. De hecho, apenas necesitan cuidados: con pasar una bayeta después de ducharte, el espacio queda como nuevo. No es casualidad que este tipo de diseño se vea cada vez más en hoteles o casas modernas.
Baños que combinan estilo y comodidad
Más allá de la estética, la practicidad manda. García insiste en que los diseños actuales apuestan por la simplicidad, eliminando elementos que complican la limpieza diaria. Las mamparas con perfiles gruesos o bisagras difíciles de mantener están cayendo en desuso, mientras que los materiales lisos y las líneas continuas ganan protagonismo.
En este sentido, renovar la ducha no es sólo un cambio decorativo: puede transformar por completo la sensación del espacio. Un baño más luminoso y fácil de limpiar mejora el día a día, y no requiere grandes obras si se planifica bien. Las soluciones de nueva generación (desde paneles fijos hasta duchas abiertas) permiten adaptar el diseño a cada hogar y a cada necesidad, sin perder ni un ápice de estilo.
Así que, si estás pensando en renovar el baño, quizá sea momento de replantearte la mampara de ducha. ¿Prefieres una ducha casi invisible o una pieza con carácter propio? Sea cual sea tu estilo, lo cierto es que las duchas sin mampara han llegado para quedarse.
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