ENTREVISTA | Enrique G. de Calderón, director de la Galería Caylus

«La clave es la calidad, es más fácil vender estas piezas aunque el precio sea alto que una decorativa»

«La clave es la calidad, es más fácil vender estas piezas aunque el precio sea alto que una decorativa»
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Fundada en 1988, Caylus es una galería especializada en pintura antigua española e italiana, desde el gótico hasta el periodo romántico. Enrique Gutiérrez de Calderón es uno de sus directores, y atiende a OKARTE para dar su visión sobre el mercado de la pintura y la escultura más allá de la rabiosa actualidad de lo contemporáneo y lo moderno.

PREGUNTA.– Háblame de Caylus y de vuestra trayectoria.

RESPUESTA.– Mira Sofía, Caylus empezó como hace 30 años y ninguno de los miembros que lo componemos teníamos ninguna experiencia profesional, simplemente una enorme afición por trabajar en este mundo. Es más, ni siquiera teníamos antecedentes en nuestras familias que se hubieran dedicado a este negocio. Era simplemente un tema de gusto personal, pero ni habíamos estudiado historia del arte ni habíamos tenido ningún contacto con esto. Más tarde, estudiamos en Londres unos cursos sobre anticuariado que nos abrieron la base para trabajar en el mercado internacional y, sobre todo, en el mercado inglés, que es el mas importante para adquirir conocimientos en este campo.

P.– Cuéntame cómo ha sido durante estos 30 años.

R.– Durante estos 30 años ha ido cambiando muchísimo el mercado. Han ido cambiando las modas y los gustos y nos hemos ido adaptando, dentro de que estamos especializados en pintura y escultura española, que es un mundo bastante particular. También trabajamos con pintura italiana y pintura flamenca, desde sus orígenes hasta aproximadamente la mitad del siglo XIX. Lo que no significa que vayamos a hacerle ascos a un buen picasso o un buen sorolla si alguien nos lo trae para comercializar.

P.– ¿Cómo es el funcionamiento del mercado de pintura antigua y cuáles son los factores mas importantes a considerar?

R.– Lo primero, tenemos que encontrar la obra. Estudiarla con mucho cuidado y, sobre todo, atener a la conservación, a la procedencia y a su relevancia histórica. Nosotros damos una gran importancia a la restauración de la pieza antes de ponerla en el mercado. Nos parece fundamental presentar las obras en un estado óptimo de presencia y haciendo un estudio previo muy cualificado respecto a la autoría y al modo de acometer esta restauración.

P.– ¿Sigue habiendo un gran interés por la pintura antigua en España? ¿Es un interés más privado o institucional?

R.– Es un mercado conservador. Está dirigido a connoseirs, no es un mercado a la moda, pero es un mercado con muy buenos resultados a largo plazo y con poco riesgo. A la larga, es una apuesta más segura que el mercado contemporáneo. Creo que cada vez hay más coleccionistas de contemporáneo que miran a la pintura antigua. Al fin y al cabo, es la base del arte y los gustos van cambiando. Hace unos años, sólo se compraba pintura antigua e irrumpió con fuerza la pintura moderna y la pintura contemporánea. Y ahora hay un revival con algunos segmentos de la pintura antigua. Sigue habiendo interés en temas muy especializados. Hace unos años, el interés era mas institucional pero con la crisis, éste se frenó. Esperemos que vuelva a resurgir ahora que la crisis está llegando a su fin.

P.– ¿Cómo prevés el futuro del mercado de la pintura antigua Española?

R.– Veo muy buenas perspectivas. Los temas dramáticos intensos, sobre todo con alma como tiene la pintura Española, encajan muy bien con la estética actual. Esto, independientemente de los temas que se traten. La pintura religiosa puede parecer un tema difícil pero reúne muchas de las cualidades que el mercado demanda. Y lo que es fundamental es que en la pintura tiene que haber emoción dramática, independientemente de los temas tratados. Hoy en día, es mucho más sencillo vender una pieza religiosa que un paisaje o un bodegón. De todos modos, en España seguimos teniendo trabas para la exportación, más que en el resto de Europa. Quitando a Grecia, que es el país que nos supera en cuanto a esta problemática, aunque ellos lo que tienen es exclusivamente arqueología, otros países de Europa como Italia ponen menos trabas para las exportaciones que España y facilitan más el comercio de arte.

P.– Según tu, ¿cuál sería el proceso para empezar a levantar esas trabas?

R.– Es una decisión exclusiva del Ministerio de Cultura y del Gobierno español. Por ejemplo, en Francia hoy en día, si una pieza se declara inexportable, la tiene que comprar el Estado francés y si al año no consiguen los fondos, esa pieza tiene que salir. España debería considerar una medida igual.

P.– ¿Quiénes son los pintores antiguos que tienen más demanda en el  mercado internacional?

R.– Empezamos por los obvios, que son el Greco, Velázquez, Zurbarán, Murillo y Goya. Sin embargo, cada vez está habiendo mas interés por otros pintores menos conocidos, como son muchos de los grandes del barroco español: Alonso Cano, Juan Martín Cabezalero… Y también hay interés por los temas dramáticos, por artistas del Renacimiento como pueda ser Luis de Morales, Fernando Yáñez de la Almedina. Y ellos encajan muy bien con el gusto contemporáneo.

P.– ¿Qué aconsejarías  a los galeristas y marchantes de arte antiguo?

R.– Que básicamente se fijen en la calidad de las piezas. Es mucho más fácil vender una pieza de alta calidad, y sobre todo en muy buena conservación, aunque el precio sea alto que una pieza media o una pieza decorativa. Fijarse simplemente en piezas de alto nivel en cuanto a su calidad.

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