Berlin Atonal: el vanguardista festival que cayó con el muro pero resurgió con la fuerza de una industria

El reconocimiento de la música electrónica dentro del ámbito cultural mejora progresivamente en España. Mientras, en otras ciudades de Europa, este reconocimiento es efectivo desde hace años ya. Las propuestas sonoras y audiovisuales se recogen como un elemento más de la oferta cultural de ciudades como Berlín, Londres o Amsterdam. Estas iniciativas, como el festival Berlin Atonal de la capital alemana, contribuyen al desarrollo artístico de la ciudad, mejorando así la calidad de vida de sus residentes y atrayendo a un gran número de turistas.

Berlin Atonal es una de estas propuestas (ubicada a medio camino entre evento cultural y fiesta) de la ciudad europea que mejor concilia la escena club con los intereses de sus residentes desde hace más de dos décadas. Esta iniciativa, unida a un amplio programa y a una extensa oferta de eventos de este tipo, son los que han contribuido a establecer el actual estatus de Berlín como capital europea de la música electrónica. Este año el Berlin Atonal celebra su quinta edición (tras llevar el contador a cero tras sus suspensión con la caída del muro de Berlín).

Concepto e historia del Berlin Atonal

Berlin Atonal es una propuesta de experimentación sonora y visual cuyo nombre hace referencia a la ciudad que le alberga, y a la ruptura moderna del sistema armónico que caracterizaba al sonido de la música europea entre el siglo XVII y los primeros años del XX. 

En su intensa programación, repartida a lo largo de 4 jornadas, predominan shows audiovisuales y directos musicales, aunque diferentes ramas del arte contemporáneo, como son las instalaciones o las performances, encuentran también cabida en su planteamiento.

El festival nacía en noviembre de 1982, en el barrio berlinés de Kreuzberg como un escenario para las experiencias musicales y artísticas más innovadoras. Durante los años 80 fue albergado por el club SO36 (todavía en activo, que toma su nombre del antiguo código postal del distrito) y en él actuaron los músicos más innovadores y revolucionarios de la escena berlinesa de la época: Einstürzende Neubauten, Sprung aus den Wolken, Malaria, Notorische Reflexe, Alu, White Russia, Didaktische Einheit, etc., funcionando como plataforma de lanzamiento de nuevas propuestas y experimentación de creaciones sonoras, haciéndose un hueco en la música de vanguardia  (electrónica progresiva y música experimental). Tras la caída del muro de Berlín, el festival dejó de celebrarse y su promotor, Dimitri Hegemann se centró en su nueva propuesta: el club Tresor.

La leyenda del festival crece a pesar de su suspensión y después de una pausa de 23 años, en 2013, volvió a celebrarse (siendo la primera edición de la era moderna del Berlin Atonal) manteniendo su ideología inicial: ser una plataforma para la experimentación, alejarse de las corrientes comerciales del mercado y romper la estructura tradicional de la sesión de música electrónica.  

Esta edición, celebrada ya en el nuevo emplazamiento Kraftwerk Berlin, sienta las bases de su era moderna, con algunos de los mayores representantes del género como Jon Hassell, Glenn Branca, Moritz von Oswald, Murcof, Actress, Cut Hands, Vatican Shadow, Raime, Vladislav Delay, Roly Porter, Voices from the Lake, entre otros.

Kraftwerk Berlin, símbolo del desarrollo industrial de Alemania

La localización del Berlin Atonal es uno de los puntos fuertes del festival. Con su sede principal en Kraftwerk Berlin, una antigua planta eléctrica situada en el número 70 de la calle Köpenicker en el céntrico barrio de Mitte, símbolo del desarrollo industrial de Alemania en los años 60 y reutilizada por Dimitri Hegemann desde 2006, cuando reabrió su mítico club Tresor.

El complejo Kraftwerk contiene el escenario principal y  un escenario secundario anunciado como ‘Null’, así como los clubs anexos Tresor, OHM y Globus, en los que el festival también desarrollará diferentes actividades.

La majestuosa arquitectura del espacio, nos recuerda a Berghain (el club por excelencia en Berlín): estructuras de hormigón, pasarelas metálicas, amplias escaleras y altos techos. Su increíble tamaño (aproximadamente dos veces la superficie de la sala principal de Berghain) hace muy difícil que se celebren eventos que aprovechen la totalidad del espacio.

Programación variada, mismo concepto de base

Berlin Atonal se ha convertido en un referente dentro de la electrónica europea, una fecha marcada en el calendario de melómanos y artistas de todo el mundo, en la que poder disfrutar de los mejores creadores contemporáneos con trabajos más centrados en la conceptualización artística, la colaboración o la experimentación que el formato de festival comercial recurrente. Además se ha vuelto frecuente que los artistas que participan, elijan el evento para la presentación mundial de piezas que luego recorrerán escenarios en toda la geografía. 

La organización de Atonal también ha generado un conjunto de eventos paralelos con el mismo concepto pero fuera de las fechas y el lugar habituales. Por ejemplo la fiesta New Codes celebrada en Tresor, con algunos de los artistas más representativos de estas nuevas ediciones, o la fiesta New Assembly Tokyo, una nueva propuesta que se llevó a cabo el pasado mes de febrero en el país nipón.

También lanzaron un sello, Berlin Atonal Recordings, descendiente directo del antiguo Atonal Records: un sello de música experimental y de vanguardia que operó hasta 1991, y que fue activado en 2015 con el recopilatorio Berlin Atonal Vol.3.

Propuesta de Berlin Atonal 2017

Para la edición de este año, cuarta de su nueva era, el festival se celebrará entre el 16 y el  20 de Agosto en el Kraftwerk Berlin y ya anuncia la presencia de más de 100 artistas entre músicos, artífices del sonido y la imágen, performancers, etc.

Los nombres son confirmados cautelosamente según se acerca la fecha, el primer adelanto realizado hace unas semanas, momento en el que los abonos salieron a la venta para agotarse en 15 minutos, confirmó 10 shows nunca vistos de figuras de la electrónica de vanguardia como Abul Mogard, Puce Mary, Roly Porter, Wolfgang Tillmans o Peder Mannerfelt,  y un concierto de apertura homenaje a Karlheinz Stockhause con la representación de su obra OKTOPHONIE con la recreación octogonal original de la creación, presentada por el antiguo colaborador del compositor: Kathinka Pasveer.