Comunidad Valenciana
AYUNTAMIENTO DE VALENCIA

Ribó gastó 65,2 millones en expedientes y resoluciones sin fiscalizar en 2021, casi 27 más que en 2020

El Ayuntamiento de Valencia, cuyo alcalde es Joan Ribó (Compromís) ha elevado en 27 millones de euros el dinero gastado en expedientes y resoluciones sin fiscalización previa en 2021 respecto al ejercicio de 2020. Si hace 2 años el gasto por este concepto se elevó hasta los 38,1 millones de euros, en 705 expedientes sin fiscalizar, en 2021, la cantidad destinada a gasto de acuerdos y resoluciones sin fiscalización previa llegó a los 65,2 millones de euros: 27,1 millones de euros más. La mayoría de todas estas resoluciones y acuerdos sin fiscalización previa pasó por la Junta de Gobierno Local en la que están sólo representados los socialistas y Compromís.

Si hace unos días el Ayuntamiento de Valencia decidía gastar 2,4 millones de euros para la compra de un palacete, ahora se ha sabido que en 2021 dedicó 65,2 millones de euros a acuerdos y resoluciones sin fiscalización previa, de los que mucho pasaron por la Junta de Gobierno Local, donde Ribó debate los temas únicamente con su socio de Gobierno, el PSOE.

El dato es aun más llamativo si comparamos las cantidades invertidas sin fiscalización con lo que ese mismo grupo de Gobierno ha dejado sin invertir en los barrios de Valencia en el peor momento de la crisis: precisamente, cuando más necesitaban de su apoyo.

Así, según lo datos ofrecidos por el Partido Popular en la Oposición municipal,  el Gobierno de Ribó dejó sin ejecutar más del 68% de las inversiones previstas en el pasado ejercicio de 2021. En concreto, de 224 millones previstos para esa inversión en barrios en 2021, el Gobierno de Ribó dejó de invertir 152 millones de euros, lo que arroja una inversión de 71,6 millones de euros, 12 menos que en 2020, cuando se invirtieron 83,4 millones de euros.

En este sentido, la concejala portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Valencia María José Catalá ha criticado tanto la «ausencia de planificación» de los órganos gestores  como que «cada día, Ribó y el PSOE piensan menos en la ciudad de Valencia, por lo que le ha tachado de ser un «gobierno ideológico» pero que a su juicio «no resuelve los verdaderos problemas de los ciudadanos».