DÍA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

La portavoz de Compromís en Valencia portará la señera el 9 de Octubre pero no la entrará a la Catedral

La alcaldesa de Valencia introducirá la Real Señera valenciana en el templo y se la devolverá a Robles al salir

La Real Señera valenciana cambiará dos veces de manos en el Día de la Comunidad Valenciana

Compromís señera valenciana
María José Catalá, a la izquierda del lector, y Papi Robles, en el centro, este lunes.
Ignacio Martínez

La portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia Papi Robles será la portadora de la Real Señera en el Día de la Comunidad Valenciana, el 9 de octubre por designación de la alcaldesa de Valencia María José Catalá. Pero la enseña protagonizará un inusual cambio de manos a la entrada y salida de la Catedral de Valencia para el el acto religioso del Te Deum. Porque Papi Robles se niega a introducir la bandera en el templo, por lo que será la propia María José Catalá la que tome su relevo, introduzca la bandera, la custodie en el templo y se la devuelva luego. Por tanto, la bandera cambiará por dos veces de mano a las puertas de la Catedral.

Con esta decisión, Papi Robles sigue la estela dejada por su antecesor al frente del grupo municipal, el también nacionalista Joan Ribó, que en su etapa como alcalde se mostró contrario a que la bandera entrara en la catedral para el acto religioso.

La negativa de Papi Robles a introducir la enseña en el templo ha obligado a María José Catalá a buscar una fórmula mixta. Así, se dará el hecho inusual de que en realidad habrá dos portadoras de la Real Señera el Día de la Comunidad Valenciana. Una, Papi Robles, que llevará la bandera hasta las puertas de la Catedral. Otra, María José Catalá, que introducirá la enseña en el templo y la custodiará durante el oficio religioso. Todo ello, previsiblemente, con Papi Robles fuera.

De nuevo, María José Catalá sacará al término del Te Deum la Real Señera de la Catedral. Y se la entregará a otra vez a Papi Robles. Y será ésta quien desde allí porte la enseña hasta el Parterre para la ofrenda floral al Rey Jaime I.

Es decir, que la Real Señera valenciana, de facto, tendrá el 9 de octubre dos portadoras y cambiará de dos manos dos veces. Una, al entrar al templo. Y, otra, al salir del mismo. 

Se da la circunstancia de que hace apenas un año, el propio Joan Ribó manifestó que el retorno de la Real Señera valenciana al acto religioso era «volver a los tiempos de Franco». Y criticó a la nueva alcaldesa María José Catalá, portadora de Real Señera en 2023, por haberlo sido también en 2019: «Espero que no vuelva a serlo todos los años», afirmó entonces.

Y efectivamente, no lo será. Porque a quien ha correspondido ahora es a Papi Robles. Esta última, a pesar de haber manifestado en sus redes sociales que llevar la señera es «uno de los mayores honores que se pueden tener para un pueblo tan grande como el valenciano», ha decidido, a la vez, seguir la estela que dejó Joan Ribó. Y ha rechazado introducir la bandera valenciana en el templo.

María José Catalá ha calificado esa decisión de Papi Robles de «personal» y ha decidido tomar ella misma el relevo a las puertas del templo para que la enseña sea introducida en la Catedral y esté presente en su interior en el acto religioso.

Todo ello, ha causado sorpresa en Valencia, en una jornada en la que ya los actos del 9 de Octubre capitalizan el interés por varios motivos. Entre ellos, el perfil propio de las señas de identidad valencianas frente al desafío independentista y la persistencia de imponer desde Cataluña un procés a la valenciana

Papi Robles, como se ha dicho, ha sido designada para portar la Real Señera, directamente, por la alcaldesa de Valencia la popular María José Catalá. Para esta designación, Catalá ha seguido, a su vez, el orden que establece el número de ediles con representación municipal.

Según ese mismo orden, el próximo año, quien portará la señera será Borja Sanjuán, del PSOE. Y, en 2026, el último ejercicio de la legislatura antes de las próximas elecciones municipales el turno corresponderá a Juan Manuel Badenas, de Vox. No obstante, la designación es a la persona y no a la formación política. Por lo que Catalá podrá decidir en 12 meses quién será el próximo portador. Y, este, a su vez, decidirá si introduce en la Catedral la enseña, o no.

 

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