Mercurio visible en noviembre 2025: cuándo y cómo localizar el planeta más rápido
Mercurio aparecerá bajo en el horizonte antes del amanecer y tras el ocaso. Te contamos cómo y cuándo verlo sin complicaciones.
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Mercurio es el planeta más pequeño y veloz del sistema solar. Completa una órbita al Sol en tan solo 88 días. Esa rapidez lo mantiene casi siempre pegado al resplandor solar, pero en noviembre de 2025 hay dos oportunidades para captarlo a simple vista desde España.
El reto de observar a Mercurio
Mercurio nunca se aleja más de 28 grados del Sol. Esto equivale a menos de tres puños con el brazo extendido. Solo durante las elongaciones, es decir durante la máxima separación angular, aparece brevemente al este antes del amanecer o al oeste después del ocaso.
Noviembre 2025 ofrece ambas condiciones: una elongación oeste matutina y otra este vespertina. Durante este mes, el brillo de Mercurio aumentará y será suficiente para destacarse en el crepúsculo. Tendrá un tono anaranjado que permitirá distinguirlo de las estrellas blancas. Además, no titila.
Visibilidad matutina
La primera quincena de noviembre el interés debe enfocarse en el amanecer. Mercurio estará en el este-sureste unos 80 minutos antes del Sol. El 7 de noviembre se produce la mayor elongación. En ese pico, el planeta será más visible.
Programa la alarma entre las 6:15 y las 6:45. En la península, el Sol sale entre las 7:40 en Galicia y las 8:00 en Murcia a inicios de mes. Mercurio precede esa salida por hora y media. Sal a un balcón, azotea o parque con vista limpia al este. El planeta aparece como un punto naranja brillante, más bajo que Venus, pero más alto que cualquier estrella visible a esa hora.
Los días 5 y 6 de noviembre Mercurio pasa a menos de 3 grados de Venus. Localiza primero al lucero del alba y desliza la mirada abajo y a la derecha. El 7 es el día estrella; el 8 y 9 todavía brilla. A partir del 10 desciende y se pierde en el resplandor hacia el 15. Nunca mires directamente al Sol naciente.
En las zonas altas como la Sierra de Guadarrama o los Pirineos, la bruma puede ser obstáculo; sube por encima de los 1.200 metros. En la costa mediterránea, la humedad genera halos, pero no lo oculta. Usa Stellarium o SkySafari con tu GPS para ubicar la posición exacta.
Visibilidad vespertina
Tras un breve receso, Mercurio reaparece en el crepúsculo, al occidente. La transición ocurre entre el 16 y el 19. El 24 de noviembre se producirá la mayor elongación este.
Observa entre las 18:15 y las 18:45. El ocaso en la península va de las 17:50 en el noroeste a las 18:15 en el sureste. Mercurio sigue visible hasta las 19:00. Busca un sitio con vista limpia al oeste-suroeste, como las playas en Cádiz, las laderas en Granada o las terrazas en Palma. El planeta se verá como un punto rojizo solitario.
Los días 25 y 26 forma un triángulo casi equilátero con Venus y Antares. Encuentra primero a Venus, baja hasta Antares y completa el triángulo a la izquierda. Mercurio ocupa el vértice más bajo. Hacia el 30, Mercurio desciende y desaparece el 2 de diciembre.
Consejos prácticos
La fase lunar ayudará a la visibilidad. Del 1 al 15, la Luna menguante se pone antes de medianoche y no molesta al amanecer. Del 20 al 30, la Luna creciente se pone temprano. La contaminación lumínica es el mayor enemigo. Busca lugares altos o zonas rurales para tener una mejor experiencia.
Mercurio tiene un núcleo de hierro que ocupa el 85 % de su radio y genera un campo magnético. Su superficie está llena de cráteres y acantilados de 3 km que se han formado por enfriamiento.
Curiosidades del planeta Mercurio
A simple vista puede parecer un mundo sin mucho que contar, pero en realidad es uno de los cuerpos más fascinantes que orbitan nuestra galaxia. Su superficie, su ritmo de rotación y su composición interna esconden secretos que los científicos todavía intentan descifrar. Observarlo es asomarse a los orígenes más antiguos de nuestro sistema planetario.
El planeta más rápido
Este pequeño planeta se mueve alrededor del Sol a casi 48 kilómetros por segundo, convirtiéndose en el más veloz de todos. Tarda solo 88 días terrestres en completar una vuelta completa alrededor del Sol. Dicho de otro modo, un “año” en Mercurio dura menos de tres meses para nosotros. Su rapidez orbital y su tamaño diminuto hacen que sea un planeta difícil de observar, ya que casi siempre aparece muy cerca del Sol en el cielo.
Días larguísimos y temperaturas extremas
Uno de los detalles más sorprendentes de Mercurio es la duración de su día. Aunque es pequeño, su movimiento de rotación está sincronizado de una forma curiosa con su traslación: gira tres veces sobre su eje por cada dos órbitas solares. Esto hace que un día completo, de amanecer a amanecer, dure 176 días terrestres.
Durante su larguísimo día, la superficie se calienta hasta los 430 °C, pero cuando el Sol se esconde, la temperatura se desploma a unos –180 °C. Esa oscilación de más de 600 grados convierte a Mercurio en uno de los mundos más extremos del Sistema Solar. Si alguien pudiera estar allí, pasaría del calor abrasador al frío más intenso en cuestión de horas.
Sin atmósfera, pero con “exosfera”
A diferencia de la Tierra, Mercurio no puede retener una atmósfera estable. Su escasa gravedad y la fuerte radiación solar hacen imposible que los gases se mantengan a su alrededor. En su lugar, posee una exosfera, una especie de envoltura muy delgada compuesta por sodio, oxígeno, helio y potasio. Esta capa se forma constantemente cuando los micrometeoritos y el viento solar golpean la superficie, levantando diminutas partículas al espacio.
Superficie marcada y un núcleo enorme
La superficie de Mercurio recuerda a la de la Luna: llena de cráteres y cicatrices que cuentan la historia de antiguos impactos. Sin embargo, su interior es distinto. Se estima que su núcleo metálico representa casi el 85 % de su radio, algo desproporcionado para un planeta de su tamaño. Los astrónomos piensan que, en el pasado, Mercurio fue más grande, pero perdió parte de su corteza después de una colisión gigantesca con otro cuerpo rocoso.
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- Astronomía