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Lo que no sabías sobre ducharte después del mar: los efectos de la sal

Lo que no sabías sobre ducharte después del mar: los efectos de la sal
Mujer duchándose.
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Los efectos de la sal del mar que desconocías después de bañarte en este medio seguro que los empiezas a notar. Los mitos y las leyendas que rodean esta agua nos deben hacer reaccionar, es un elemento con muchas propiedades que quizás olvidamos o nos tomamos muy a pecho bañarnos en él. Como toda la naturaleza, necesitamos tener cerca este elemento que acabará siendo el que marque un antes y un después. Sin duda alguna, habrá llegado el momento de poner en práctica estos baños que son fundamentales.

El agua salada es uno de los imprescindibles este verano y no es casualidad. Al igual que sol, la exposición moderada y unos baños que necesitamos poner en práctica en estos días, podemos descubrir un elemento esencial para nuestra piel. Siempre y cuando tomamos algunas de las precauciones que evitarán que corramos determinados riesgos. Para poder bañarnos en el mar, debemos conocer los efectos de esta agua salada, necesitamos la sal para un cuidado de nuestra piel que puede ser clave para el futuro. Siendo un elemento fundamental para nuestro día a día.

Si te duchas después de bañarte en el mar

Seguro que este verano una de las actividades que vas a realizar de una forma o de otra, es bañarte en el mar. No es lo mismo estar en una piscina o en un agua salada que parece que nos llene de energía y nos haga estar preparados para afrontar una serie de elementos que son fundamentales.

Habrá llegado el momento de empezar a pensar en lo que está por llegar y en todo lo que nos está esperando. Lo que llega es un importante cambio que puede ser el que marque una diferencia importante en todos los sentidos. La ciencia confirma lo que las madres y abuelas siempre han tenido muy claro, hay una serie de elementos que debemos tener en cuenta antes de meternos en el agua.

Las mejoras en la piel son enormes, aunque también puede darnos algunas consecuencias inesperadas que quizás hasta ahora nunca hubiéramos imaginado. Habrá llegado el momento de empezar a pensar en todo lo que disfrutaremos este verano y de lo que vamos a ganar de la mano de una de las piezas más importantes que tenemos por delante. El mar es vida y ahora sabremos por qué-.

Los efectos de la sal que desconocías

Los expertos pueden darnos algunas pistas de lo que le pasa a nuestro cuerpo cuando empezamos a bañarnos. Esa agua salada que parece que nos carga las pilas tiene su razón de ser y debemos tenerla en cuenta, antes que nada. Habrá llegado el momento de empezar a pensar en sus beneficios.

Los expertos que hay detrás de una de las pomadas más usadas para cuidar la piel, Bepanthol, nos explican qué beneficios se esconden detrás del agua de mar: «El agua ha sido, tradicionalmente, sinónimo de salud. Ya en la antigüedad, los griegos, egipcios y romanos conocían sus bondades y practicaban la hidroterapia, la balneoterapia (aguas termales y medicinales) y, especialmente, la talasoterapia (agua de mar) para el cuidado personal. Pero no fue hasta mediados del siglo XVIII cuando estudios médicos empezaron a recomendar los baños de mar como remedio medicinal. Tres siglos después nos bañamos en el mar más por ocio que por prescripción, pero los beneficios del agua marina siguen siendo los mismos. Por eso, una de las medidas para el cuidado de la piel, especialmente en verano, es el contacto con el agua del mar. El agua que compone los océanos y mares de la Tierra es salada por la concentración de sales minerales disueltas que contiene, unos 35 gramos por litro de media. Una solución salina muy efectiva para las pieles atópicas. Estas son algunas de las propiedades del agua de mar para la piel: Contiene elementos vitales presentes en el cuerpo humano, como minerales, oligoelementos, aminoácidos e incluso vitaminas. Es rica en microorganismos que producen sustancias antibióticas, antimicrobianas y antibacterianas. Actúa como un exfoliante natural y ayuda a eliminar las toxinas de la piel. Repone minerales de la piel que se han perdido con el sudor. El magnesio, en particular, mejora la hidratación de la piel, así como su aspecto general. El agua del mar tiene grandes propiedades antisépticas, por lo que es muy útil en la curación de heridas menores, cortes, erupciones y abrasiones. La combinación de todas estas propiedades hace que el agua marina tenga la capacidad de aliviar las pieles dañadas e irritadas y de limpiar las mucosas. En este sentido, esta agua salada reduce la inflamación y ayuda a reducir los síntomas de enfermedades de la piel como la dermatitis atópica, la psoriasis o el eczema. Pero estos beneficios no se deben sólo a la acción de las sales marinas que contiene, sino a la conjunción con una exposición solar limitada, el descanso y la humedad ambiental».

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