Hallazgo inquietante: descubren una ‘estructura fantasma’ que podría estar alterando en silencio la geología terrestre
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Un estudio reciente publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters reveló la presencia de una estructura fantasma bajo el este de Omán. Se trata de una columna de roca caliente que asciende desde las profundidades del manto, sin provocar actividad volcánica visible en la superficie.
El hallazgo pone en cuestión una de las ideas básicas de la geología: que toda pluma térmica activa se manifiesta de forma perceptible en el terreno.
¿Qué es en realidad la ‘estructura fantasma’ que podría estar alterando la geología terrestre?
En este caso, no hay volcanes, ni cráteres, ni rastro alguno de flujos de lava. Lo que sí existe es una señal sísmica anómala, caracterizada por una ralentización de las ondas que atraviesan esa zona, lo que indica la presencia de material más caliente y menos rígido.
La estructura fantasma se eleva desde una profundidad superior a los 660 kilómetros y presenta un diámetro estimado de entre 200 y 300 kilómetros. Los primeros indicios surgieron al analizar terremotos lejanos registrados en Omán y Emiratos Árabes Unidos.
Las ondas sísmicas se ralentizaban al atravesar una región concreta, lo que despertó el interés del equipo investigador. Gracias a la tomografía sísmica tridimensional, fue posible reconstruir la forma de la anomalía.
La estructura identificada atraviesa dos zonas clave del interior terrestre conocidas como discontinuidades sísmicas: una a 410 kilómetros y otra a 660. Las alteraciones en estas capas confirman que se trata de una fuente térmica activa, aunque no haya llegado a fundir la roca ni originar actividad volcánica.
Se estima que la temperatura del material ascendente podría ser hasta 300 °C superior a la del entorno circundante. Esta diferencia, sin ser suficiente para fundir roca bajo la litósfera continental, sí basta para alterar las propiedades físicas de la región, como su densidad y elasticidad.
Elevación sin explicación tectónica
La zona en contacto directo sobre la estructura fantasma experimentó un lento ascenso durante los últimos 40 millones de años. Sin embargo, esta deformación superficial no encaja con los modelos habituales de formación de cordilleras o actividad tectónica.
Los investigadores consideran que esta elevación se debe a un fenómeno llamado topografía dinámica, en el que el flujo ascendente del manto empuja la litosfera desde abajo, provocando un abombamiento progresivo y sostenido.
Este tipo de deformación no requiere colisión de placas ni procesos compresivos, y representa un tipo de dinámica interna que hasta ahora había sido subestimada.
¿Podría haber estructuras ocultas escondidas en el resto del mundo?
Hasta ahora, los científicos habían utilizado la presencia de volcanes intraplaca (como los de Hawái o Yellowstone) para identificar plumas térmicas activas. Pero el caso de Omán demuestra que existen estructuras de este tipo que no generan manifestaciones superficiales visibles.
Este descubrimiento plantea la posibilidad de que haya muchas otras estructuras fantasma bajo los continentes. Su detección requiere el uso combinado de técnicas como:
- Tomografía sísmica avanzada.
- Análisis de topografía residual.
- Estudio geoquímico de rocas profundas.
Estas herramientas pueden permitir la identificación de otras anomalías térmicas que, como en Omán, estén ejerciendo una influencia discreta pero significativa en la geodinámica terrestre.
¿Cómo podría afectar esta estructura fantasma al modelo térmico del planeta?
El flujo de calor desde el núcleo hacia el manto podría estar siendo canalizado por estructuras como la detectada bajo Omán. A diferencia de los modelos previos, que contemplaban una convección térmica difusa, estas plumas permitirían una transmisión más directa y localizada del calor interno.
Esto tendría consecuencias importantes para:
- La estimación del calor que escapa del núcleo.
- La distribución de elementos radiactivos en el manto.
- La evolución del campo magnético terrestre.
- La dinámica de las placas tectónicas.
Las simulaciones sugieren incluso que la estructura fantasma pudo influir en el cambio de trayectoria de la placa India hace unos 40 millones de años, antes de su colisión con Eurasia.
Este hallazgo es el resultado de una colaboración internacional entre centros científicos de Arabia Saudí, Italia, Australia, China, India, Suiza y Japón. La investigación ha puesto de relieve las capacidades de la sismología moderna para detectar procesos ocultos en el interior terrestre.
Así, la existencia de una estructura fantasma que permanece activa, sin signos en superficie, confirma que no todos los procesos geodinámicos son evidentes desde la corteza. De hecho, parte de la evolución del planeta podría estar determinada por fenómenos invisibles y silenciosos.