Grandes frases de Alfred Nobel

Grandes frases de Alfred Nobel
Grandes frases de Alfred Nobel

Quién no conoce los reputados Premios Nobel, que reconocen la labor de los más prestigiosos científicos, además de otros personajes que han contribuido notablemente a la mejora del mundo en el que vivimos. Pero detrás del nombre de estos famosos premios, se encuentra un excelente científico. Por eso hoy nos centramos en las enseñanzas de Alfred Nobel, para que conozcas más su sabiduría.

Este sueco fue un personaje muy prolífico, ya que fue inventor, químico, ingeniero y fabricante de armas, siendo la invención de la dinamita uno de los hechos que le hizo tener fama a nivel mundial, además de los mencionados premios.

Perteneciente a una familia de ingenieros, desde muy pequeño se interesó por esta rama de la ciencia, aunque también recibió una completa formación en humanidades y ciencias naturales.

Durante los años que vivió aprovechó sus conocimientos de manera plena, ya que fue un personaje muy activo que descubrió y nombró el elemento químico Nobelio, descubridor también de un cráter situado en la cara oculta de la Luna y del asteroide 6032, llamando a ambos por su apellido, Nobel.

Además, registró un total de 350 patentes y en su testamento decidió donar una cifra aproximada a 4 millones de euros (30 millones de coronas), casi toda su fortuna, para que toda persona que realizara un trabajo científico, filantrópico o artístico que beneficiase a la humanidad, fuese premiado. De este modo surgió la Fundación Nobel y la famosa entrega de premios.

Con esta interesante trayectoria, no es de extrañar que dejara algunas magníficas citas que merece la pena recordar.

Frases de Alfred Nobel

  • Construimos sobre la arena, y cuanto más viejos nos hacemos, más inestable se convierte esta base
  • Mi dinamita conducirá a la paz más pronto que mil convenciones mundiales. Tan pronto como los hombres se den cuenta de que, en un instante, ejércitos enteros pueden ser totalmente destruidos, seguramente pactarán una paz dorada
  • El respeto de uno mismo, sin el respeto de los demás, es como una joya que no pasará a la luz del día
  • Tengo la intención de dotar después de mi muerte un gran fondo para la promoción de la idea de la paz, pero soy escéptico en cuanto a sus resultados
  • Yo no dejaría nada a un hombre de acción, pues se vería tentado a dejar de trabajar, por otro lado, me gustaría ayudar a los soñadores ya que les resulta difícil conseguirlo en la vida
  • La preocupación es el peor veneno del estómago

Merece la pena reflexionar acerca de estas aportaciones que nos dejó una mente brillante como la de Alfred Nobel.

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