¿Halloween o Castañada en Cataluña? Castañas, panallets y otros dulces centenarios típicos de este día
Así se celebra la Castañada en Cataluña, la víspera y el día de Todos los Santos
Foster’s Horror Restaurant: una experiencia inmersiva para disfrutar en Foster’s Hollywood este Halloween
Da más miedo que Halloween: la fiesta que se celebra en Cádiz que te pondrá los pelos de punta


Hablar de la celebración de Todos los santos en España nos lleva a pensar rápidamente en el 1 de noviembre y en ese festivo nacional que pronto tendremos, pero también muchos pensarán en las fiestas de Halloween que se celebran el 31 de octubre, dado que esta otra fiesta ha acabado por ser también tendencia en nuestro país. De hecho, tiendas y comercios ya se visten estos días con calabazas decoradas, esqueletos y otros elementos propios del halloween más americano. Sin embargo, en Cataluña la tradición de la víspera y el día de Todos los santos, pasa por celebrar la Castañada.
Poco o nada se sabe de la Castañada más allá de Cataluña, pero lo cierto es que esta es una de las fiestas más arraigadas a sus tradiciones y aunque no se conmemora como un día de fiesta, sí que es una costumbre que se da en muchas casas y sobre todo en las escuelas, donde los niños celebran esta oda a las castañas y otros dulces típicos de estas fechas, no sólo comiéndolos sino también haciendo dibujos y decorando las clases. Pero ¿cuál es el origen de la Castañada? ¿Se parece a Halloween ? ¿cuáles son los dulces tradicionales además de las castañas?.
La celebración de la Castañada en Cataluña
La Castañada es una de las tradiciones más arraigadas en toda Cataluña, su origen se remonta al Siglo XVIII. En aquella época era costumbre que las familias catalanas se reunieran la noche del 31 de octubre, víspera de Todos los santos para velar a sus difuntos. Lo hacían además comiendo castañas, que es uno de los frutos más típicos del otoño, pero también otros alimentos fáciles de conservar y sencillos como los boniatos que se solían (y todavía se hace) asar junto a las castañas. Estos encuentros se alargaban toda la noche, e incluso había veces que duraban más días, así que los alimentos mencionados ayudaban a sobrellevar el frío (para el que además tomaban moscatel) y el cansancio.
Con el paso del tiempo, esa connotación funeraria que tenía la castañada fue desapareciendo. De este modo, la fiesta pasó a ser algo que conmemoraba el otoño y la tradición se arraigó al hecho de preparar castañas asadas, boniatos y también como no, panellets que es tal vez el postre que no falta en ninguna casa de Cataluña desde mediados de noviembre y hasta que llega Todos los Santos.
Así es como la Castañada es quizás la fiesta más típica del otoño catalán, incluso cuando no existe en el calendario como días festivo. El 1 de noviembre sí que se celebra Todos los Santos y de alguna manera, se aprovecha para celebrar durante los días previos, esa castañada con castañas y todo los demás dulces típicos.
La castañera, el símbolo de la Castañada
Como hemos avanzado en las escuelas, la Castañada sí que se celebra de forma especial e incluso muchas veces alguna profesora, o madre de alumno, se disfraza de castañera, ya que este es el personaje más reconocible de esta festividad: una mujer mayor, vestida con ropa de abrigo y un pañuelo en la cabeza, asando castañas sobre el fuego y vendiéndolas envueltas en papel de periódico. De hecho, al margen de que alguien aparezca en una escuela disfrazado así, también en las calles de pueblos y ciudades, podemos encontrar puestos de castañas donde se venden las castañas y boniatos asados con su castañera o castañero.
Los dulces más típicos de la Castañada
Ya los hemos mencionado, pero mejor conocerlos al detalle. Para celebrar la Castañada de la forma más tradicional, en tu mesa no pueden faltar estos dulces y frutos:
- Panellets: son los reyes indiscutibles de la Castañada. Se preparan con almendra molida, azúcar y huevo, y se suelen cubrir con piñones, aunque también los hay de coco, café, chocolate o limón. Su origen está vinculado a antiguas ofrendas funerarias, pero hoy son un símbolo de convivencia y sabor casero.
- Castañas asadas: el emblema de la fiesta. Se tuestan sobre brasas o en sartenes agujereadas. Comerlas calientes, recién peladas, es casi un ritual.
- Boniatos al horno: dulces, tiernos y reconfortantes, los boniatos acompañan a las castañas como parte esencial del menú. Su sabor suave y su textura es algo que nadie resiste.
- Frutas confitadas: aunque no tan universales como los panellets o las castañas, las frutas confitadas, como naranjas, cerezas, calabaza o membrillo, suelen añadirse a los postres de estos días. Su colorido aporta un toque festivo a la mesa.
Y a todo ello no podemos olvidar sumarle el moscatel o vino dulce que es el acompañamiento perfecto. Este vino se sirve para brindar y maridar todos estos sabores otoñales.
En conjunto, todo lo mencionado define a la perfección la Castañada, marcada por su sencillez, tradición y sabor. Una fiesta o celebración que en Cataluña se impone a Halloween y que marca sin duda el otoño en esta comunidad.