El síndrome del nido. ¿Qué es?
Náuseas matinales, dolores de espalda, cambios de humor e incluso cansancio son algunos de los síntomas que experimentan las embarazadas. Pero no son los únicos. Así, es habitual que, sobre todo, las primerizas sufran en la recta final del periodo de gestación lo que se conoce como síndrome del nido.
Ese es un singular nombre que viene a definir la necesidad imperiosa que tienen las mujeres de preparar su hogar para la llegada del bebé, no sólo comprándole numerosas prendas de ropa y objetos de decoración para su habitación sino también organizando la vivienda para que esté perfectamente ordenada y limpia.
En concreto, podemos decir que se trata de una reacción que tiene dos causas fundamentales. En primer lugar, es una manera de que la gestante se prepare para el nuevo cambio que va a experimentar su vida. Y en segundo lugar, tiene su razón de ser en el hecho de que contribuye a que pueda “quitarse” de la cabeza las preocupaciones y miedos que posee respecto al momento del parto.
¿Cómo se manifiesta?
Cada embarazada lleva el síndrome del nido de un modo. Sin embargo, hay una serie de señales que, en mayor o menor medida, comparten todas las mujeres que están haciéndole frente al mismo:
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Se encuentran nerviosas durante la mayor parte del día e incluso cuando llegan a tener problemas de insomnio.
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Parece que les han cambiado “las pilas”, pues muestran una energía desbordante.
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No pueden parar de hacer cosas en casa, tales como limpiar, ordenar los armarios, tirar elementos inútiles que han ido acumulando, mirar continuamente en tiendas de bebés para comprarle a sus hijos más muebles para sus cuartos o incluso más ropa…
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No toleran el desorden en ningún momento.
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Cada día parecen descubrir que hay algo en sus hogares que debe arreglarse o repararse.
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Tienen la casa llena de revistas de decoración relativas a cuartos infantiles.
¿Cómo sobrellevarlo?
Querer que el bebé llegue a un hogar donde esté perfectamente cuidado y protegido es algo normal que desean todas las madres. Sin embargo, el síndrome del nido puede ser llevado hasta límites que están fuera de toda lógica y que pueden traer consigo peligros tanto para la salud de la mujer como de su pequeño.
Por eso, es necesario que, para hacerle frente al mismo sin que nadie sufra ningún riesgo, la embarazada que esté en ese momento de su periodo de gestación lo sobrelleve de la mejor manera posible siguiendo estas recomendaciones:
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Como hemos mencionado, es habitual que la mujer se encuentre llene de energía y necesite liberarla. En ese caso, debe hacerlo llevando a cabo acciones que no puedan causarle ningún daño. De ahí que se recomiende que haga ejercicio moderado, que salga con sus amigas a tomar algo o que disfrute de hobbies tales como escuchar música, leer, ir al cine…
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Básico y fundamental es que, en ese proceso de limpieza de la casa y de decoración de la habitación del niño, no realice tareas que suponga que tenga que subirse en escaleras o que deba levantar peso. En ambos casos, esas deben ser llevadas a cabo por otra persona, por lo que es necesario que la futura mamá cuente con ayuda de su pareja, padres, amigos…
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Una manera de aprovechar esa energía desbordante es la de preparar comida para hacerle frente a los primeros días de vida del niño. Así, cuando ya esté en casa después del parto, se podrá evitar tener que estar cuidándole y entre fogones, pues lo que habrá que hacer será simplemente descongelar los platos que se elaboraron previamente.
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Fundamental es que la embarazada intente controlar ese nerviosismo que tiene. Por eso, es imprescindible que limite e incluso ponga fin su consumo de alimentos que pueden acentuarlo, como sería el caso, por ejemplo, del chocolate.
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Para poder conciliar bien el sueño y no pasarse horas en la cama, dando vueltas y pensando en la llegada del bebé, nada mejor que tomar una cena ligera y luego, en lugar de un yogur o una pieza de fruta, ingerir una infusión relajante.
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A la hora de limpiar la casa, es vital que la embarazada controle bien qué productos va a utilizar. Y es que se puede dar el caso que emplee algunos excesivamente peligrosos para su salud y la del pequeño.
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Ni que decir tiene que una buena manera de relajarse y de calmarse es la de disfrutar de momentos de intimidad con la pareja. Nos estamos refiriendo no sólo a realizar actividades juntos, como salir a cenar o al teatro, sino también a estar en casa sentados abrazados en el sofá mientras se ve una película, practicar sexo o intercambiar suaves masajes.
Siguiendo estas recomendaciones, cualquier futura mamá evitará que el síndrome del nido se le vaya de las manos y dañe su recta final del embarazo.