Salud

Cuál es la presión normal en las embarazadas

Evitar el riesgo de sufrir enfermedades como la preeclampsia es uno de los motivos principales del porqué saber qué tensión arterial es normal durante el embarazo.

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presión normal embarazo
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Blanca Espada

La presión arterial (o tensión) es la fuerza con la que el corazón empuja la sangre a través de las arterias. Cuando el corazón se contrae y empuja la sangre, alcanza su nivel máximo (voltaje máximo o sistólico). Cuando el corazón está entre dos contracciones, está en su nivel más bajo (tensión mínima o diastólica). Algo que siempre debe controlarse para considerar que estamos bien de salud pero que de manera especial debemos vigilar en caso de estar embarazadas. Veamos a continuación, cuál es la presión normal en las embarazadas.

Cuál es la presión normal en las embarazadas

A nivel internacional, se ha establecido que la presión normal es de 140/90 mm Hg (o, lo que es lo mismo, 14/9) como valor estándar. Esta cifra puede variar en cada persona, a lo largo del día y en función de determinadas circunstancias, como el embarazo. En general, si el valor es 9/6 o menor, se considera hipotensión (presión arterial baja) y se manifiesta como mareos, palidez, vómitos, náuseas y dificultad para respirar; es molesto, pero no implica riesgos particulares. Por el contrario, cuando se excede el valor estándar, Pueden aparecer problemas importantes (ictus, infartos, etc.).

Si la hipertensión precede al embarazo y persiste más allá de él, se denomina hipertensión crónica. Por otro lado, si el aumento se produce durante el embarazo, estamos hablando de hipertensión gestacional, un problema que suele desaparecer tras el parto, aunque existe la tendencia a recaer.

¿Por qué aumenta la presión durante el embarazo?

No ocurre con frecuencia, pero es uno de los principales inconvenientes que pueden aparecer durante el embarazo. La edad avanzada de la mujer en su primer embarazo, las gestaciones múltiples, muchas de las cuales resultan de la fecundación in vitro, la diabetes, la obesidad o un aumento de más de 2 kilos al mes, son factores que predisponen a padecer hipertensión gestacional.

Por otro lado debemos tener en cuenta que la presión puede subir o caer en las distintas fases o etapas del embarazo. De este modo, a lo largo del primer trimestre se produce un descenso fisiológico de la presión arterial, que en cambio aumenta después de la cuarto mes, hasta alcanzar en el tercer trimestre los valores que había antes del embarazo.

Pero también puede suceder que la presión no baje en el primer trimestre, como es habitual, sino que comience a incrementarse mes a mes a partir del segundo trimestre, algo que los médicos deberán controlar a fin de evitar que el embarazo termine con una posible complicación. Es por ello que resulta muy importante medir la presión en la gestante al menos una vez al mes.Y es igualmente importante que la futura madre conozca sus valores de presión arterial antes de quedar embarazada.

¿Cuáles son las principales consecuencias de la hipertensión en el embarazo?

Entre los trastornos que resultan del aumento de la tensión en el embarazo se encuentran la preeclampsia y la eclampsia. La primera se caracteriza por una presión arterial superior a 14/9, acompañada de la eliminación de proteínas a través de la orina (proteinuria) y de una marcada retención de líquidos (edema). Las consecuencias para el bebé son que los vasos sanguíneos del útero que le suministran oxígeno y alimento se cierran y, como resultado, su crecimiento y peso pueden verse afectados. Otro problema podría ser el desprendimiento prematuro de la placenta de la pared uterina. La preeclampsia, que afecta al 5% de las mujeres embarazadas y es más común en las primerizas, puede ocurrir desde la semana 20 de embarazo y persistir hasta el final de la primera semana después del parto.

No afecta la lactancia materna, excepto cuando la hipertensión es tan grave que se requieren muchos medicamentos para controlarla después del parto. Solo en el 0,5% de los casos la situación no es controlable y conduce a la eclampsia, una forma más grave que provoca convulsiones en la madre o incluso un coma. Se desconocen las causas que la determinan. Sin embargo, no hay ninguna razón para que esto le suceda. En la mayoría de los casos, el embarazo puede terminar de manera positiva si se siguen las recomendaciones de su médico.

¿Cómo se controla la presión durante el embarazo?

Cuando acudes a tu ginecólogo por primera vez, él o ella querrá saber cuál es tu presión arterial, si tienes antecedentes familiares de hipertensión y qué enfermedades has padecido. En el caso de un valor alto, el médico deberá controlar si se confirma el aumento de presión en al menos tres consultas, espaciadas a lo largo de varios días y en cada una de las cuales se debe medir la presión al menos tres veces. En caso de que se diagnostique hipertensión, se recomendarán medidas dietéticas especiales. Si esto aún no es suficiente para controlar la presión arterial, se prescribirá un medicamento antihipertensivo adecuado para mujeres embarazadas.

¿Cuándo deberías ir al médico?

La mujer debe prestar especial atención a su presión arterial si cumple alguno de estos casos que ahora enumeramos ya que tendrá el riesgo de sufrir preeclampsia

  • Las futuras madres que ya son hipertensas antes del embarazo.
  • Las adolescentes o mayores de 40 años.
  • Las mujeres que sufren diabetes,
  • Las que tienen sobrepeso
  • Las que tienen antecedentes familiares de hipertensión
  • Las que tienen un nivel alto de ácido úrico
  • Las que esperan gemelos

Pero, independientemente de estas circunstancias, debes acudir a un médico si aparecen estos síntomas:

  • Hipertensión.
  • Aumento de peso repentino y exagerado.
  • Hinchazón en las extremidades y la cara que no desaparece después de una noche de descanso.
  • Intenso dolor de cabeza
  • Sensación de ver puntos brillantes.
  • Dolor abdominal intenso (no relacionado con estreñimiento).

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