Cuidados del bebé

Qué hacer (y qué no hacer) si el niño toma lejía o detergente por accidente

Todas las pautas a seguir, y también lo que no debemos hacer, en caso de que el niño ingiera lejía, detergente o cualquier otro producto tóxico por accidente.

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Todas las pautas a seguir, y las que no, en el caso de que el niño ingiera lejía o detergente

Si tenemos niños pequeños en casa es de suma importancia que no tengan acceso a productos tóxicos como la lejía, el detergente o cualquier otro producto que ponga en riesgo su salud, pero en el caso de accidente, debemos saber cómo actuar con rapidez y también qué no hacer.

Qué hacer (y qué no hacer) si el niño toma lejía o detergente por accidente

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Tomar lejía o detergente por accidente es algo que nos puede pasar a todos, pero lo cierto es que el riesgo es mayor en niños pequeños y en tales casos, el accidente es más grave. ¿Qué debemos hacer si nuestro hijo bebe un producto tóxico?.

  1. Al tomar detergente, es posible que se envenene incluso en pequeñas cantidades de modo que es importante llamar a emergencias marcando el 112  e informar sobre la edad de la persona, el producto ingerido, la cantidad, cuánto tiempo hace que se ha tomado y si el niño tiene algún síntoma específico. Si estás cerca del hospital, es mejor llevar al niño a urgencias de inmediato.
  2. Por otro lado, debemos evaluar el estado de conciencia del niño. Si está consciente y puede hablar es necesario que nos explique qué ha hecho o cómo se ha producido el accidente.
  3. En todo momento, debemos calmar al niño con frases de apoyo y atención.
  4. Además, será también importante buscar asesoramiento específico de inmediato en el Servicio Médico de Información Toxicológica las 24 horas llamando al número 91 562 04 20.

Al margen de todas estas pautas que debemos seguir, es importante también que nos fijemos en estos signos de alerta que pueden aparecer tras haber ingerido lejía o detergente.

  • Manos y uñas moradas;
  • Palidez y somnolencia;
  • Aliento que huele extraño;
  • Demasiada saliva o espuma en la boca;
  • Dolor de estómago, náuseas y diarrea;
  • Vómitos a veces con sangre;
  • Dificultad para respirar;
  • Cara, labios y uñas azuladas y pálidas;
  • Frío y sudores;
  • Agitación;
  • Somnolencia y falta de voluntad para jugar;
  • Delirios con conversación sin sentido y comportamientos extraños;
  • Desmayo

¿Qué no se debe hacer?

Tomar lejía o detergente puede ser peligroso y causar envenenamiento y, para no agravar la situación, no debe:

  • Provocar el vómito
  • Darle comida porque puede causar asfixia;
  • No administrar ningún tipo de medicamento o producto natural porque pueden interactuar con el producto ingerido.

Esto puede aplicarse también a la ingesta de gasolina, alcohol o pesticidas, por ejemplo, ya que también son productos tóxicos que causan envenenamiento.

¿Cómo se realiza el tratamiento en el hospital?

El tratamiento médico dependerá del detergente ingerido, la cantidad del producto y los síntomas manifestados.

Sin embargo, es normal que el niño se conecte a varios dispositivos médicos para medir la frecuencia cardíaca y respiratoria, la presión arterial, el oxígeno y el funcionamiento del corazón, y en algunos casos es necesario ser hospitalizado durante aproximadamente 2 días.

Además, durante el tratamiento, el médico puede recomendar:

  • Remedios para el vómito como metoclopramida o carbón activado;
  • Lavado estomacal para eliminar el producto tóxico;
  • Administrar aceite de ricino , que ayuda a disminuir la absorción de detergente;
  • Administrar remedios para tratar las convulsiones y, si es necesario, remedios para mantener el ritmo cardíaco estable
  • Usar una máscara de oxígeno para ayudarlo a respirar mejor o usar otras ayudas respiratorias.

Cómo prevenir la ingestión de líquidos tóxicos en casa

Para evitar que un niño beba lejía, detergente u otros productos tóxicos como gasolina o alcohol, debemos:

  • Mantener las etiquetas de los contenedores;
  • No usar recipientes vacíos para almacenar productos tóxicos;
  • No colocar líquidos de limpieza en estantes de alimentos;
  • Almacenar productos químicos en armarios altos y cerrados;
  • No colocar detergentes cerca de bebidas o alimentos;
    Siempre que sea posible, tendremos que usar recipientes con cerradura de seguridad.

Manteniendo estas precauciones, las posibilidades de que el niño ingiera productos tóxicos son menores.

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