Bebés

La piel del recién nacido y sus problemas dermatológicos

Información y más información. Esa es la que demandan los padres primerizos cuando ya tienen a su bebé en brazos y es que necesitan conocer multitud de aspectos para conseguir que se encuentre perfectamente cuidado y atendido. Y eso supone, entre otras muchas cosas, que se les dé cuenta de cuáles son los problemas dermatológicos más habituales que aparecen en la piel del recién nacido, que es especialmente sensible.

En concreto, podemos decir que estas son las complicaciones más frecuentes que deben ser tenidas en cuenta y que requerirán la atención y los tratamientos imprescindibles recomendados por el pediatra:

1-Angiomas planos

Unos capilares sanguíneos que se han dilatado y congestionado son los que dan forma a este problema dermatológico que se hace presente en la mayoría de recién nacidos. Se manifiesta a través de manchas planas y de color rojo o rosa que aparecen, fundamentalmente, en lo que es la zona de los párpados, la nuca e incluso la frente.

Por regla general, suelen eliminarse por sí solas a lo largo del primer año de vida del pequeño. No obstante, en algunas ocasiones duran más tiempo, especialmente en las niñas, que son más propensas a sufrir estos citados angiomas planos.

2-Perlas de Epstein

En 4 de cada 5 recién nacidos se hace presente la existencia de las perlas de Epstein, también llamadas nódulos de Böhn, que vienen a ser unos quistes o nódulos de color amarillento que pueden encontrarse tanto en el paladar como en las encías.

Tienen la particularidad de que desaparecen por sí solos. En concreto, se considera que dejan de estar presentes en la boca del bebé durante el periodo comprendido entre su primer y segunda semana de vida.

3-Manchas mongólicas azules

Este es otro de los problemas dermatológicos más habituales en la piel de los recién nacidos. Como su propio nombre indica, se identifica porque aparecen unas marcas planas de color azul o grisáceo en el cuerpo del niño, concretamente en la zona de las nalgas, la espalda o los hombros.

Una de las singularidades de esta alteración es que es más habitual en niños que pertenecen a India o a África. No obstante, tampoco hay que pasar por alto que las manchas pueden alcanzar un tamaño de hasta ocho centímetros de ancho y que no requieren tratamiento ninguno, ya que desaparecen con el paso de los años. Así, lo más normal es que se “borren” por completo cuando el menor alcanza la adolescencia.

4-Hiperplasia de glándulas sebáceas

Los padres primerizos también deben ser conscientes de que su hijo puede sufrir esta otra problemática, que se hace presente a través de unos granitos de color blanquecino que toman tanto la frente como las mejillas o la zona del labio superior.

En el caso de los recién nacidos no hay que tomar ninguna medida al respecto, ya que se considera que esos pequeños bultitos, que pueden llegar a confundirse con tumores en un primer momento, desaparecen por sí solos.

5-Acné neonatal

Indiscutiblemente otra de las alteraciones dermatológicas más frecuentes entre los bebés es esta, que parece ser se da en un 20% de los pequeños que acaban de nacer y que es muy similar al acné que aparece en la adolescencia. Los varones son más propensos a sufrirlo y sus “granitos” se hacen presentes especialmente en la zona de la frente, la espalda, la barbilla o las mejillas.

Agua y jabón se considera que son los productos que se pueden utilizar para lavarle al pequeño la zona afectada por acné, aunque siempre siguiendo las recomendaciones del pediatra. No hay que olvidar que, por regla general, desaparecerá por sí solo, aunque hay casos en los que se convierte en acné del lactante, cuando el niño cumple los tres meses de edad aproximadamente.

6-Sudamina

También se conoce por el nombre de miliaria y aparece en las épocas de verano y en invierno, debido a las temperaturas, la transpiración o la humedad.

Según la gravedad que presente, se puede mostrar a través de pequeñas burbujas de color transparente o bien mediante lesiones rojas de un color realmente intenso. Tanto unas como otras señales se encuentran ubicadas, por regla general, en zonas tales como los pliegues de los muslos, las axilas e incluso el cuello.

Para poder conseguir que esta problemática dermatológica desaparezca es imprescindible que el bebé tenga en todo momento la piel seca y fresca. De ahí que se recomiende vestirle con prendas de algodón, no abrigarle en exceso, bañarle a diario con agua y jabón neutro o cambiarle el pañal con frecuencia. Medidas que servirán para que desaparezca por completo.

De la misma manera, tampoco hay que pasar por alto que la piel del pequeño también puede sufrir desde ictericia hasta dermatitis, en la zona del pañal, pasando por la conocida como costra láctea. Problemas de relativa frecuencia y fáciles de ponerle fin si se siguen las recomendaciones dadas por los pediatras.